Magnus está cansado de las comparaciones y está dispuesto a liberar al rudo que lleva dentro.

Con nueve años de trayectoria en el Consejo Mundial de Lucha Libre, El Emperador dice estar cansado de ser un niño bueno y quiere dejar atrás el ser equiparado con personajes como su primo, Carístico, o con su compañero de generación, el actual Místico; para escribir su propia historia como rufián.

“Yo vengo a dar el 100 por ciento, simplemente quiero triunfar. Y si tengo que pisar y aplastar a mi propio primo, lo voy a hacer”, dijo el gladiador que debutó a los 16 años.

“Lo que detonó esa chispa para que hoy diga quiero ser rudo son las comparaciones. Estoy cansado de sus comparaciones. Yo no quiero ser un Carístico, yo no quiero ser un Místico, yo no quiero hacer equipo con ellos, yo quiero ser mi propio yo. No quiero ser el siguiente Santo, nada de eso. Quiero ser el siguiente yo, el siguiente luchador ídolo, estrella”.

El heredero de Tony Salazar ya ha elegido a las que serán sus próximas presas. Desea enfrentarse a gladiadores como Retro, Diamond o Flyer.

Por ahora, agradece que las autoridades permitieran la reapertura de gimnasios, pues ha retomado el ejercicio para fortalecerse y poder aterrorizar a sus enemigos sobre el cuadrilátero.

“Si la vida te llega a dar una segunda oportunidad, aprovecharla, abrazarla, tomarla y no soltarte”, aseguró.

Staff I Agencia Reforma