Cuando Erling Haaland juegue en Múnich hoy, el noruego no solo amenaza con despedir al Bayern de la Champions, sino también con recordar al club germano lo que dejó escapar, después de que lo intentase fichar, sin éxito.

Para clasificarse a semifinales del torneo continental, el Bayern debe remontar el 3-0 que encajó la semana pasada en Mánchester… una misión que parece imposible teniendo en cuenta el estado de cada equipo.

En los seis últimos partidos que ha disputado el Bayern, contando todas las competiciones, solo ha ganado dos, ha perdido tres y empatado el último, el fin de semana en casa contra el Hoffenheim (1-1). Peor aún, solo en uno de ellos anotó más de un gol, 4-2 contra el Borussia Dortmund, un resultado que tampoco le serviría contra el City.

Aunque el desempeño de Haaland (un gol y una asistencia en la ida) acabe hundiendo al Bayern, el origen del fiasco del club germano debe buscarse en la pasada temporada, cuando el campeón de la Bundesliga intentó sin éxito comprar al Borussia Dortmund al delantero nórdico.

El director deportivo del Bayern Hasan Salihamidzic no fue el único en expresar su deseo de contar con Haaland, pero su descarado cortejo mosqueó a más de uno, particularmente a  Robert Lewandowski.

El resultado fue que ninguno de los dos siguió en la Bundesliga: Lewandowski fichó por el Barcelona y Haaland por el City.

Pese a los seis goles y dos asistencias logrados por Haaland en las ocho ocasiones en las que se ha enfrentado al Bayern, la del pasado martes fue la primera victoria. En los siete Klassiker que jugó con el Dortmund, perdió los siete.

Si los números del noruego ya fueron espectaculares en Dortmund, desde su llegada al City está rompiendo todos los récords, con 47 goles en 40 apariciones esta temporada contando todas las competiciones.

Haaland, además, ha llegado al tramo decisivo de la temporada en un gran momento de forma: 14 goles en los últimos seis partidos que ha jugado, todo un aviso ante una posible remontada en el Allianz Arena.

AFP | Múnich