“El que crea que no va a sufrir está equivocado”, sentenció el técnico Lionel Scaloni el martes, después de que Argentina se clasificara a la final de la Copa América 2020 tras vencer 3-2 en penales a Colombia.

No solo se refería al cierre agónico: Argentina se puso en ventaja apenas pasados seis minutos del inicio, pero recibió el gol del empate en el complemento (60’), acompañado de una presión que por momentos parecía que iba a arruinarle definitivamente la ilusión. Eso también fue parte del sufrimiento.

¿Será cosa del ser argentino? ¿O será un cobro del destino por regalarle la magia de Lionel Messi?

Como sea, Argentina sufrió en esta Copa por su desempeño ciclotímico, que lo hizo en un mismo partido capaz de ser controlador y, minutos más tarde, controlado. Siempre con Messi como bastión de la resistencia.

En los seis partidos disputados, la baja ocurrió generalmente en el segundo tiempo: de 11 goles convertidos, ocho fueron en la primera mitad. Los únicos tres que recibió fueron en el complemento.

Scaloni advirtió a los espectadores sensibles y dio una explicación al finalizar el encuentro con Colombia: “El que no esté preparado para sufrir, desde ya le digo que será (así), que esto es competición de alto nivel”, dijo en una rueda de prensa, en la que se mostró emocionado.

AFP I Brasilia