Para disfrutar de las tlayudas ya no es necesario visitar Oaxaca, pues en la capital hidalguense es posible comer este antojito que tiene como base la tortilla de maíz y el frijol.
Este alimento representa la riqueza culinaria de los valles centrales de dicho estado, afirmó Javier Cruz, cocinero de las Tlayudas Oaxaqueñas, restaurante ubicado en avenida Revolución de 1910, a un costado de plaza Gran Patio. Respecto a la preparación de la tlayuda, Cruz comentó que es necesario cocinar al carbón una tortilla de maíz de gran tamaño, a la que se le pone asiento de carnitas, una capa de frijoles con hoja de aguacate, lechuga o repollo, aguacate, jitomate, quesillo y carne.
La carne que se usa regularmente, por su suavidad, es el tasajo, mejor conocida en Hidalgo como tapa de aguayón. La tlayuda igual se puede preparar con cecina, chapulines, pastor y arrachera, o combinaciones al gusto del comensal.
En cuanto a la presentación, Javier Cruz dijo que las tlayudas pueden ser extendidas o cerradas. Además, al ser un platillo mexicano, se puede acompañar con guacamole, salsa de chipotle o habanero, unas cebollitas cambray y agua de horchata.
Otro platillo de Oaxaca es el mole amarillo de pollo, que consiste en un caldo elaborado con masa, chile guajillo, especias, pollo y algunas hierbas de olor.
La idea del restaurante, de instalarse en la Bella Airosa surgió tras la gran aceptación que tuvieron tras su participación en la feria de Pachuca. Tlayudas Oaxaqueñas brindan atención de lunes a sábado, de 13:00 a 21:00 horas.
Identidad cultural
La gastronomía oaxaqueña fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio cultural inmaterial en 2010. Además de las tlayudas, el mole y los chapulines caracterizan a la cocina del estado.
Martha de la Rosa | Pachuca