Los Tlacuilos Ensamble Huasteco están de aniversario, pues este mes cumplen cuatro años en la escena artística, demostrando la calidad de su música aún, a pesar del freno que significó la pandemia para quienes se dedican al entretenimiento, por lo que ahora han retomado actividades presenciales con nuevos ritmos.

En entrevista para FDS, Eli Gutiérrez comentó que la intención no era cerrarse al género del trío huasteco, sino que desde la raíz de su origen se pudieran abrir a otros géneros. “Dentro de ello, nos abrirnos a ensamblar. Al conocer al Ballet Folclórico de Pachuca empezamos a adentrarnos a otro tipo de géneros e incluimos
a Juan Luis Rangel (en el arpa), con la música veracruzana y el son jarocho”.

Eli, quien toca la jarana junto con Memo Gutiérrez (violín) y Moi Cuenca (en la huapanguera), considera que la ventaja de abrirse hacia la música veracruzana es que el huapango de Hidalgo y el son jarocho están ligados y musicalmente, son una especie de ramificaciones.

A la fecha, Los Tlacuilos llevan tres años colaborando con el ballet, además se han presen-tado en eventos privados y están fortaleciendo la diversidad y versatilidad musical.

Eli Gutiérrez reconoció que: “Con motivo de la pandemia hubo una época de una gran pausa donde la fuente principal de trabajo se vino abajo y nos costó recuperarnos, pero a estas fechas, y desde mediados de año empezó de nuevo el trabajo ahora con un fenómeno curioso, pues las redes sociales nos ayudaron a contactar con personas fuera de Pachuca. Eso nos abrió puertas y nos llamaron en otros estados. No salimos mucho, no como antes, pero lo estamos haciendo”. Es así como están abiertos a recibir invitaciones para tocar el son jarocho o los huapangos huastecos.

“Yo antes me resistía un poco a creer que íbamos a volver algún día al escenario a compartir y convivir, pero hoy creo que tenemos que acostumbrarnos a que hay una nueva realidad y en ella tenemos que vivir. Más bien hay que vivir con medidas y precauciones, sin ser imprudentes. Yo invitaría a la gente a dejar el miedo
atrás, y permitirse vivir en una nueva realidad”.

Sara Elizondo I Pachuca