A un año de la explosión de una toma clandestina en la localidad San Primitivo en Tlahuelilpan, donde 137 personas perdieron la vida, el presidente Andrés Manuel López Obrador, planteó que alrededor del robo de combustible se creó una “subcultura”.

“Esto del huachicol es producto de la desatención, de no dar opciones, de no dar alternativas. Desde luego, manejado por grupos de delincuentes, pero con una base social de apoyo”, indicó esta mañana durante su conferencia de prensa matutina, en la que reiteró que Hidalgo es el estado con más tomas clandestinas.

Agregó que la perforación de ductos, la extracción ilegal de gasolina y el robo de pipas se daba mediante “la tolerancia de las autoridades”, ya que estás estaban involucradas a través de los sobornos.

Por lo anterior, hizo un llamado a la población para no participar en la ordeña de ductos con el llamado huachicol debido al riesgo “altísimo” que implica.

Por su parte, Diana Álvarez Maury, subsecretaria de Gobernación, ofreció un informe anual de las labores realizadas tras la explosión.

Entre las acciones inmediatas, la funcionaria enlistó la atención de verificación y registro para identificar a familiares hospitalizados, desaparecidos y fallecidos, apoyo terapéutico, funerario, ampliación del panteón, apoyo humanitario y económico mediante el Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural, entre otras.

“La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana participó para que se diera la identificación de todas las personas fallecidas, hubo la creación de un protocolo de entrega de los fallecidos a sus familiares y se capacitaron a todos los elementos de los servicios periciales para entregar los cuerpos”, comentó.

Además, dijo, se brindaron becas y diversos apoyos a niños, jóvenes, jefas de familia y pensiones para adultos mayores.

Asimismo, comentó, a petición de familiares, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desvió el canal de riego que pasaba por la zona del siniestro, ya que en el terreno se encontraban los restos de sus seres queridos.

Álvarez Maury añadió que se compraron terrenos correspondientes para la realización de un memorial a las víctimas.

En tanto, David León Romero, coordinador de Protección Civil, alertó que atender fugas de combustible por huachicol “es una tarea compleja que implica dificultades y riesgos”.

Explicó, con el ejemplo de una fuga de gas LP en el Estado de México, el protocolo a realizarse en esos casos.

“La gran diferencia que tiene el manejo de una toma clandestina descontrolada entre gasolina y gas tiene que ver con que el combustible es muy difícil de controlar.

“Con el sol, el gas se disipa de manera rápida, pero en temperaturas frías y en ausencia de luz solar se precipita al piso y es muy complicado que nosotros podamos controlarlo, como sucedería con una toma de un combustible líquido donde podemos hacer tal vez una zanja, desviar”, señaló.

Indicó que el gas LP sale a muy bajas temperaturas, lo que provoca que el terreno se congele; por tanto, es “muy difícil” para los trabajadores de Petróleos Mexicanos ubicar el punto de fuga porque se debe romper el suelo sin provocar chispas.

León Romero explicó que el proceso se complica al ir “corriendo contra el tiempo”, ya que, al caer la noche, no se puede controlar el combustible y hay que prender el fuego a la toma, de manera controlada, para que el gas remanente se queme y no arriesgue a la población cercana.

Con información de Yuvenil Torres y Agencia Reforma

V. A. A. H.

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