Una columna y un reportaje: el primero, firmado por Anabel Hernández, periodista especializada en temas del narco, en la versión en español del DW (Deutsche Welle); el segundo, por Tim Golden, dos veces premio Pulitzer y quien fue corresponsal de The New York Times en México, publicado en el portal Propublica.org, señalan al equipo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de haber recibido dinero de los Beltrán Leyva para financiar la campaña de 2006 del ahora mandatario.
Una columna y un reportaje: el primero, firmado por Anabel Hernández, periodista especializada en temas del narco, en la versión en español del DW (Deutsche Welle); el segundo, por Tim Golden, dos veces premio Pulitzer y quien fue corresponsal de The New York Times en México, publicado en el portal Propublica.org, señalan al equipo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de haber recibido dinero de los Beltrán Leyva para financiar la campaña de 2006 del ahora mandatario.
Fue la DEA (Administración de Control Antidrogas) la que buscó en los recovecos de la campaña de AMLO para tratar de determinar las implicaciones de que llegara al poder un político que trabajara de la mano del crimen organizado. Se habla de entre 2 y 4 millones de dólares, que habrían sido entregados a Nicolás Mollinedo, alias Nico, aquel chofer del Tsuru blanco que hoy es un “gran” empresario, mediante la Barbie, Edgar Valdez Villarreal, detenido durante el gobierno de Felipe Calderón, a quien todos recuerdan por su risa socarrona cuando fue presentado a los medios.
Toda una trama de corrupción que no pudo ser desvelada por las agencias estadunidenses, pero que nos dejan a los mexicanos con la sensación de que la corrupción en nuestro país es inacabable, que el crimen y la clase política se hermanan para mantener el poder y el control.
Y aunque el presidente niegue todo y acuse al gobierno de los Estados Unidos de orquestar un complot y de tratar de incidir en las elecciones de este año, tampoco nos ha dado mucha claridad al mostrarnos con su política de “Abrazos, no balazos” y su famoso acercamiento con la mamá del Chapo Guzmán que algo pasa en el tema del narcotráfico.
El tema dará mucho de qué hablar, aunque es seguro que la popularidad del presidente no será minada siquiera con un tema como este, que en el extranjero es visto como un escándalo mientras que en la política cacera es un simple cotilleo.
Vaya, que no me agradan las políticas ni las excusas del presidente, pero en temas como este es necesario conocer pruebas contundentes, de lo contrario lo único que sucede es que los detractores de AMLO lo vacunan y hacen inmune a este tipo de temas.
PAYASADAS…
Siempre hay un tuit, dicen por ahí. “El caso Monex y la declaración del agente de la DEA, acerca de que el Chapo financió la campaña de EPN, no deben quedar en el olvido”, escribió López Obrador en su cuenta de Twitter el 12 de marzo de 2014.