Desde 1789 en Estados Unidos el cuarto jueves de noviembre las familias celebran el Día de Acción de Gracias. No discutiré aquí sus orígenes o el colonialismo cultural de nuestros vecinos del norte. Esta es solo una reflexión muy ad hoc de cara al final de este año, que nos llevará, sin duda, a un 2024 que definirá el rumbo de nuestro país y de muchos ciudadanos mexicanos.

En México hemos sido muy activos en apropiarnos de celebraciones gringas como el Halloween o Santa Claus. Para emular el Black Friday los sesudos expertos economistas mexas se aventaron El Buen Fin; el 14 de febrero, por qué no, se nos bombardea con la imagen del amor romántico y nos creemos la existencia de Cupido y muchos gastan miles de pesos para, digamos, quedar bien con sus parejas; en Navidad, aunque usted no lo crea, adoptamos más tradiciones estadunidenses que las mexicanas, pero algo pasa con el Día de Acción de Gracias.

Por eso hoy yo quiero dar gracias por todo lo bueno que ha pasado en nuestras vidas. Tal vez no cocinemos un pavo, pero habrá que agradecer que en nuestro país aún hay muchas buenas que pasan, a pesar de todo lo que vemos diario: asesinatos, violencia, feminicidios, corrupción, pobreza, etc. No obstante, en nuestro país podemos salir a la calle llenos de libertad, algo que en otros lugares no es posible tener. Hoy, aun, podemos discutir y tener diferencias políticas sin el temor a que nuestro vecino plante una bomba en nuestra casa o en nuestro lugar de trabajo.

Podemos, con ciertas consecuencias para algunos, criticar a los gobernantes; entrar a sus redes y darles uno que otro saludo; escoger en qué banco guardar nuestro dinero, en qué tienda comprar la despensa (aunque muchos no tienen recursos para ello).
Vaya, que somos, a pesar de nuestra clase política, bendecidos. Así que, si hoy tiene posibilidad de tomar- se unos minutos y agradecer, hágalo, y reflexione. Sin duda, 2024 será un año importante.

PAYASADAS…

Aprovechando que en Pachuca está el Tianguis de Pueblos Mágicos, sería bueno replantear algunas de las actividades que en ellos se practican; mucho se parecen más a una cantina que a un lugar lleno de magia.