Los antipejistas se subieron al ring con una marcha dominical pintada de rosa y el blanco, mostrando un potencial que ni ellos mismos creyeron alcanzar y por desgracia para el país, desperdiciaron la oportunidad de obligar nuevos esquemas de negociación política y se quedaron en su rechazo a la reforma electoral.
Ver lleno el Zócalo de la CDMX brindó a los mexicanos una esperanza de equilibrios –tan necesarios en una democracia—para que el país avance sin apasionamientos y sí, con un aliento progresista que no elimine por antonomasia al rival partidista.
La experiencia que vivió el domingo la oposición, le mostró la existencia de mexicanos que si no piensan igual que ellos, si comulgan en puntos torales con ellos, pero para eso no necesitan mentir bajo el supuesto que se trata de la llamada sociedad civil, porque todos somos ciudadanos y todos somos civiles.
Sus expectativas eran menores, tanto que se vieron obligados a dejar a la marcha sin colores y sin filias partidistas, aunque todos entendimos que fue su primer round de sombra para las elecciones del 2024.
Tan sólo en Pachuca, adjudicaron la organización de la marcha a la asociación civil Sembremos Arte, que no cuenta con registro como Organismo de la Sociedad Civil en la Secretaría de Gobernación, y tampoco siembra arte, pues su raquítica vida, apenas habla de tres presentaciones de igual número de libros, un video de museos en Pachuca ilustrado con fotografías pirateadas, y eso sí, la consolidación de una figura política a modo de madrina, una ex regidora y diputada panista suplente.
De nada sirven las mentiras, la sociedad también necesita definiciones muy claras y contundentes para saber qué proyectos apoyar y como participar. Porque resultó hasta ridículo que una manifestación de un millar de personas, pretendiera ser sonorizada con una bocina parlante de bajo presupuesto.
El potencial de grupos o partidos se deben asomar de vez en cuando también para causas nobles que modifiquen en mucho o poco la vida de una colonia o un pueblo. El activismo no necesariamente deberá ser electorero y ruin, tal como se ha vivido durante largas décadas en Hidalgo.
La posibilidad de ese equilibrio deberá partir desde el seno de los mismos grupos políticos, que están obligados a dejar atrás la mezquindad. Por ejemplo, en las filas del tricolor se han convertido de risa los enfrentamientos del dirigente nacional Alito Moreno con el exgobernador Miguel Osorio o con Omar Fayad, mientras los Moreira y Viggiano atrás riendo de estos enredos.
Mientras que, en las filas blanquiazules, por obligación deben sentir vergüenza porque el comandante Borolas o Felipe Calderón como algunos lo llaman, se defiende en una fingida ignorancia por las atrocidades cometidas por el procesado García Luna a lo0 largo de su sexenio en donde fue el encargado de la seguridad.
Ahora, habremos de esperar el contra ataque de Morena y su marcha del 18 de marzo, que buscará mostrar su capacidad de reventar el Zócalo y las plazas de muchas ciudades, aunque deberá enfrentar también el desánimo social por la equivocada dirección que llevan dependencias y organismos del gobierno federal.
En Hidalgo, aun se vive la luna de miel que arrancó con el actual gobierno estatal, lo que ha permitido ignorar faltas y omisiones de funcionarios de ese nivel, aunque no así con los presidentes municipales emanados de Morena que vuelan en sus aspiraciones arrastrando adeudos y malas administraciones.
NIMIEDADES: Hoy, el presidente López Obrador anunciará que Tesla se instala en Hidalgo para hermanarlo con el AIFA, como parte del proyecto emblemático sexenal.
