Estimados lectores, en estos tiempos de crisis y encierro, escribiré sobre como la gestión emocional puede ser tu gran aliada y salir de la mejor forma de esta cuarentena.
La gestión emocional, o gestión de las emociones, hace referencia a ser conscientes de las emociones que sentimos, aceptarlas y regularlas si es necesario.
Por desgracia, vivimos en una sociedad que considera a las emociones irracionales y son prácticamente enemigas de la razón. Pero lo cierto es que las emociones forman parte de nosotros y tienen una función adaptativa importante. Por lo que hay que aprender a aceptarlas y llevarse con ellas lo mejor posible. A continuación, daré algunos tips para una mejor gestión de las emociones.
Estrategias para dominar las emociones
La inteligencia emocional es un proceso que incluye tanto el conocimiento emocional propio, de las emociones de los demás y la regulación de nuestras propias emociones.
Pero ¿cómo logramos esto? A continuación, te propongo algunas estrategias para que puedas lograrlo.
Escribir día a día tus emociones es una herramienta excelente para conocer tus propias emociones y saber el efecto que estas tienen sobre tu comportamiento. Existen distintas maneras de hacerlo, pero aquí te sugiero una. Solo tienes que seguir estos pasos.
El autoconocimiento emocional es el comienzo de la correcta gestión de las emociones. Si no sabemos qué sentimos y cómo me afecta no podré regular mis emociones.
Puede que en ese descubrimiento personal queden revelados aspectos de tu vida que no te gustan o que te cuesta ver como positivos. Pero debes aceptarte tal y como eres. Todos podemos equivocarnos porque es parte de la vida.
Las emociones negativas causan un gran malestar, por lo que tendemos a evitarlas. Pero la solución no es mirar para otro lado y hacer ver que no existen. Céntrate en las emociones positivas y a las negativas dales el valor que les toca, pero no te recrees en ellas. Ahora es momento de repetirte lo mucho que te quieres y lo mucho que te vas a esforzar por lograr el amor de tu vida: tú mismo.
Y es que para lograr esto debes poner de tu parte. En la gestión emocional existe un componente que, en muchas ocasiones, pasamos por alto: es la voluntad. Para dominar las emociones debemos poner de nuestra parte y debemos tener una actitud positiva, porque no siempre es fácil dominar las emociones.
Evidentemente la actitud positiva es solo una parte de la gestión emocional. Las emociones suelen ocurrir porque un estímulo externo las dispara. Si pretendes especializarte en el arte de la inteligencia emocional, te darás cuenta de que, a veces, la mejor alternativa es no permanecer en la zona de conflicto y tomar la decisión de retirarse a tiempo. Por ejemplo, si alguien te está provocando. En estos casos, darse la vuelta y marchar es una decisión emocionalmente inteligente.
Puede que lo que te esté haciendo sentir mal es no saber recibir las críticas y estar demasiado pendiente de lo que los demás piensan de ti. Eso es una mala opción, porque el bienestar emocional nace dentro de uno mismo, de tu propia interpretación del mundo. Aprender a recibir las críticas es necesario para ser una persona emocionalmente equilibrada.
Si quieres estar más calmado, puedes liberar las tensiones gracias al ejercicio físico. De hecho, practicar deporte es una de las alternativas más saludables no solamente a nivel físico, sino también psicológico. El ejercicio físico te ayuda, por ejemplo, a reducir el estrés o a aumentar tu autoestima.
Si quieres entender mejor las emociones de los demás, puedes practicar la escucha activa. Muchas veces oímos y no escuchamos, porque estamos más pendientes de lo que vamos a decir nosotros que de lo que la otra persona nos dice tanto con su lenguaje verbal como no verbal. La escucha activa es escuchar en toda su totalidad, puesto que lenguaje verbal es aproximadamente un 30 por ciento de lo que comunicamos.
Tu bienestar psicológico puede mejorar notablemente con estos consejos.
El bienestar mental incluye el bienestar emocional, que consiste en la capacidad de manejar las emociones. Esto no quiere decir que se deban reprimir, sino todo lo contrario. Reconocerlas y aceptarlas, y sentirse cómodo cuando se manifiestan las emociones desagradables, es sinónimo de equilibrio emocional.
Quererse uno mismo, mostrarse flexibles ante el cambio y resolver los conflictos y las tensiones con los demás nos ayuda a mantener el equilibrio emocional y a disfrutar de la vida plenamente.
Espero que estos tips te ayuden a llevar de mejor manera estos momentos y, terminando, seamos mejores seres humanos conociendo y reconociéndonos a nosotros mismos.
Como siempre, les deseo larga vida salud y prosperidad.
Y, como siempre, los invito a darle me gusta a nuestra página de Facebook ReflexionandoAndo
Hasta la próxima
Alberto Tristany Zarauza,