Querido lector, esta semana continuamos con algunos consejos para lograr una educación emocional más asertiva, recuerda que estos consejos funcionan tanto para niños como para adultos.
Querido lector, esta semana continuamos con algunos consejos para lograr una educación emocional más asertiva, recuerda que estos consejos funcionan tanto para niños como para adultos.
Se deben establecer normas familiares claras y coherentes
Inculcarles que sean responsables. Las tareas domésticas y otras responsabilidades deben aumentar con la edad. A los tres años, deberían lavarse solos, ayudar en tareas simples, como poner la mesa. No se deben dar recompensas. Deben hacerlo porque ayudar a los demás es lo correcto.
Capacidades sociales
La competencia social y sus habilidades son la base del liderazgo y popularidad, estimularles a establecer relaciones, a desarrollar la comunicación y a saber escuchar (escucha activa).
Enseñarles que nuestros deseos y necesidades están limitados por los de los demás.
Las primeras capacidades de comunicación social las aprenden a través de las conversaciones con su familia.
¿Cómo hacerlo?
Las caminatas, paseos a pie o en coche ofrecen oportunidades para hablar con nuestros hijos, compartir ideas y sentimientos, conocer sus metas y sueños, hablar de los errores, fracasos, problemas y dar soluciones.
Tolerancia a la frustración
No temer frustrar al niño, nuestras normas deben ser coherentes, ser constantes en las actuaciones y mantener la calma. Las alegrías deben ser siempre mayores que las frustraciones.
Cuando el niño quiere conseguir algo presenta cierto grado de frustración si no lo logra, retrasar la gratificación aumenta la tolerancia. Esta capacidad se puede incrementar a partir de los cinco años, depende de sus experiencias anteriores de éxito o fracaso, de las promesas que se le hicieron y de la confianza en la persona que lleva a cabo la promesa.
Ejemplos de cómo hacerlo:
Al pasar por un lugar donde el niño quiera algo hay que enseñarle a no comprar algo con inmediatez y posponerlo para más tarde cuando sea mejor.
Autoestima y respeto
Para una buena autoestima el niño necesita el apoyo emocional de sus padres, sentirse querido, darle con frecuencia mensajes de felicitación y alegría, sostenerlos y siempre hacerlos sentirse capaces y amados.
Ejemplos de cómo hacerlo:
Elogiarle por las conductas adecuadas, por ejemplo: “¡Qué bonita torre estas construyendo!”. Sé preciso, sincero y evita la adulación excesiva.
Demuestra interés por lo que está haciendo. Participa en la actividad, describe lo que ves y refleja sus sentimientos, por ejemplo: “Parece que realmente te gusta que esos dos tipos luchen entre sí, pero no pareces enojado, supongo que te divierte ver las luchas”.
Observarlo y dejar que se equivoque. Tu trabajo es observar y reflejar lo que ves, no controlar o guiar a menos de que te solicite ayuda.
Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.
¡Hasta la próxima!