Uno de los agentes democratizadores por excelencia en las sociedades es el afán de las personas por participar en los asuntos públicos. Todo tipo de sociedad genera necesidades, métodos de participación y, sobre todo, de formas de organización que requieren de coordinación, entendimiento, análisis y, en su momento, aceptación de reglas basadas en las decisiones.
En los sistemas democráticos contemporáneos, la democracia funda su pilar de participación política en organizaciones conformadas por ciudadanas y ciudadanos a los que el Estado les da la calidad de partidos políticos. Conocemos casos y ejemplos de este tipo de organizaciones en la gran parte de los países que gozan de un cierto grado de democratización.
En nuestro país, el diseño político-electoral a partir del cual participamos para la renovación del poder público es eminentemente sustentado en un sistema de partidos, entendidos estos como la herramienta y el vehículo a través del cual la ciudadanía puede ejercer sus derechos político-electorales y participar así en la vida pública del país y en las decisiones de la comunidad.
Los partidos son entidades de interés público según la Constitución, por lo que en esa tónica son sujetos de ciertas prerrogativas o derechos que la normatividad les otorga, como el financiamiento público, con el propósito de garantizar que una persona pueda, por ejemplo, ser votada en las elecciones.
Los partidos gozaban del monopolio de las candidaturas a cargos de elección popular hasta 2012 que nacen las candidaturas independientes; sin embargo, sigue siendo el medio preponderante para participar en los procesos electorales. También, los partidos cuentan con un peso específico importante en los Poderes Legislativos de la nación, a través de los cuales, se elaboran y aprueban las leyes que nos rigen, labor importantísima en toda sociedad.
Estos son algunos de los puntos más importantes que están alrededor de los partidos políticos, sujetos indispensables para nuestra democracia y que, sin duda, han sido un factor trascendental para la construcción de nuestro sistema electoral.
Como ya lo he referido recientemente en este Espacio abierto, la posibilidad de crear partidos políticos está contemplada en la ley, la cual contempla que cada seis años se presenta el momento para la conformación de un nuevo partido político: para el caso de nuestro estado de Hidalgo, está vigente el plazo durante todo enero para que las organizaciones ciudadanas interesadas en constituirse como partido político local lo informen al Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) y se proceda conforme a la ley.
Para brindar certeza sobre todo este procedimiento, el año pasado en el IEEH aprobamos diversas modificaciones a los lineamientos que deberán observar las organizaciones ciudadanas que pretendan constituirse como partido político local, los cuales fueron publicados oportunamente y están disponibles aquí: https://bit.ly/3HhfgUY
La pluralidad de las ideas y la institucionalización de la diversidad del pensamiento político a través de los partidos son elementos muy importantes para seguir fortaleciendo nuestra democracia. Que así siga siendo.
Guillermo Corrales | Consejero electoral del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo
