Ringo Starr, el legendario baterista de The Beatles, llegó al escenario acompañado de su banda, compuesta por otras luminarias del rock
La noche del 5 de junio, el Auditorio Nacional se transformó en un santuario del rock clásico con la presencia de Ringo Starr, junto a su All-Star Band, que volvió a presentarse en México después de casi una década de ausencia.
Ringo Starr, el legendario baterista de The Beatles, llegó al escenario acompañado de su banda, compuesta por otras luminarias del rock como Steve Lukather, de Toto; Hamish Stuart, de Average White Band; y Colin Hay, de Men At Work. La decoración del escenario, con luces brillantes y motivos de flores y estrellas, encapsuló perfectamente el mensaje de “amor y paz” del músico.
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Vestido con una camiseta negra adornada con símbolos de amor y paz, Ringo no solo ofreció música sino también un discurso cargado de afecto y nostalgia. “El amor es hermoso”, dijo el cantante, reflexionando sobre la diferencia en la audiencia actual, con más hombres coreando sus canciones junto a las mujeres.
El repertorio del concierto no incluyó novedades, pero la fuerza de la nostalgia hizo de este evento una experiencia inolvidable. Las canciones interpretadas fueron un viaje por la memoria colectiva del público, desde los éxitos de The Beatles hasta los himnos personales de los miembros de la All-Star Band.
El público respondió con entusiasmo cada vez que Ringo se acercaba al borde del escenario o mencionaba a su amigo John Lennon.
Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando una fanática gritó repetidamente “I Love You Ringo”, a lo que él respondió con cariño y humor: “Yo también… lo sé, lo escuché las primeras 97 veces que me lo dijiste”.
El concierto incluyó clásicos como “Matchbox”, “Rosanna”, “Pick Up the Pieces”, “Africa”, “It Don’t Come Easy”, y muchos más. Naturalmente, no faltaron los éxitos de The Beatles y de la carrera en solitario de Starr, como “Boys”, “Yellow Submarine”, “Octopus’s Garden”, y “With A Little Help From My Friends”. La interpretación de “I’m The Greatest”, dedicada a John Lennon, resonó profundamente entre los asistentes.