Gene Simmons llegó a sus 70 años convertido en una leyenda del rock.
El bajista y cofundador de la banda Kiss es un referente del género gracias a la combinación entre lo fáctico de su éxito y lo fantasioso de su álter ego artístico, el Demonio
de larga lengua que escupe fuego y vomita sangre.
Sin embargo, el músico de origen israelí celebra su aniversario en medio de su despedida de los escenarios, pues a principios de año comenzó con sus compañeros la gira End of the Road World Tour.
“¡El rock ya está muerto! Y no porque no haya talento, hay mucho allá afuera, especialmente en Sudamérica. He escuchado mucha música nueva, obviamente en español, y otro tanto de Brasil, en portugués, pero nunca tendrán el chance porque la gente está descargando la música gratis.
“Entonces, (los músicos) deben buscarse otro trabajo para el día, lo que significa que no tendrán el suficiente tiempo para escribir canciones y ensayar, lo que se traducirá en que no serán tan buenos. ¡Ya murió!”, sentencia Simmons en entrevista telefónica.
La situación, tanto personal como de la industria, lo acongoja. Y aunque para el adiós definitivo falta por lo menos un par de años, sabe que no será sencillo.
“Cuando Kiss pare de girar, va a ser 2022 o 2023, algo así. Es un buen momento para nosotros, pero va a ser triste”, admite.
“Es como cuando vas a una fiesta de la calle en la que vives: todos van, hay música, bellas mujeres y todos se la pasan bien, pero cuando acaba todo mundo se va a casa y la calle se queda en silencio”.
¿Qué vendrá después para Simmons? En la privacidad de su casa, tocará el piano y la guitarra acústica. Puede que colabore en algún soundtrack de película o programa de televisión.
Pero ya no subirá al escenario, ese quedará para el recuerdo de la banda, que después de casi 50 años de trayectoria es una de las favoritas del heavy metal.
Con todo, el futuro no le preocupa, pues ha forjado una carrera como empresario. Es un líder nato.
“Tengo una compañía de cannabis en Canadá, las sodas Moneybag, que se venden en 7 Eleven y que pronto llegarán a Sudamérica. También soy dueño de la empresa de autopartes más grandes, IAC.
“Y está la Liberty Natural Foods, que son comida y vegetales que se venden en supermercados; una compañía productora que se llama Eternal Films… hay muchas cosas”.
A ello hay que agregarle, por supuesto, todo lo relacionado con la marca Kiss, como exhibiciones y hasta un campo de golf en Las Vegas, además del icónico maquillaje.
“Puede que no seas una estrella de rock, pero si te maquillas como Kiss, te sientes una. Y no importa si eres mexicano, negro, judío, cristiano o musulmán, te pones el maquillaje y puedes hacer lo que sea.
“Algo del maquillaje es una extensión de tu personalidad, se siente como eres. Lo bueno del maquillaje es que sin importar tu edad lo puedes portar. Cuando veo a un niño de cinco años maquillado, me siento muy orgulloso, y él se siente poderoso”, asegura.
Así que puede ser que el rock esté muerto y que El Demonio se retire. Pero Gene Simmons es legendario.
+ Su nombre de nacimiento fue Chaim Witz. Tras mudarse a Nueva York, lo cambió a Eugene Klein.
+ Su apelativo artístico es un homenaje al cantante de rockabilly Jumpin’, Gene Simmons.
+ Ha colaborado en la elaboración de por lo menos siete libros.
+ En 2006, dijo en un programa de televisión que había tenido sexo con 4 mil 500 mujeres.
+ Tuvo romances con Cher y con
Diana Ross.
+ Después de 28 años de relación, se casó en 2011 con la ex playmate Shannon Lee Tweed.
+ Se rumoró que para hacer su lengua más larga, hizo que agregaran a la suya una de vaca.
+ Los miembros de Kiss mezclaron su sangre con la tinta roja con la que se produjo el primer comic de la banda.
+ Trabajó como asistente de una editora de la revista Vogue.
+ Habla húngaro, alemán, inglés, hebreo, un poco de japonés y algunas palabras en español.
Fidel Orantes
Agencia Reforma