Cada diciembre, las familias decoran sus hogares con un árbol de Navidad para celebrar las fiestas decembrinas. No obstante, casi nadie conoce el significado de esta tradición.
Se dice que, en el siglo VIII, había un roble consagrado a Thor en Alemania, al que, durante el solsticio de invierno (21 de diciembre) se le ofrecía un tributo.
Pero, una vez evangelizado el país europeo, San Bonifacio taló el árbol usado en un culto pagano y les ofreció un abeto para darle un nuevo significado a la actividad.
El abeto significaba el amor de Dios y era símbolo de la vida eterna y fue adornado con manzanas, que para los cristianos representan las tentaciones, y velas, que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina, además del triángulo que representa a la Santísima Trinidad.
Asimismo, se sabe que el primer árbol de Navidad se vio por primera vez en Alemania, en 1605. Luego llegó a Finlandia, en 1800; España, en 1870, y a Inglaterra, en 1841.
Según la tradición, el significado de los adornos es este:
Redacción
Se sugiere que, si en el hogar ya se realizó la instalación de las luces o apenas se va a colocar, se tiene que dar una revisión general a los adornos con el fin de cerciorarse que estén en buen estado.
Es importante revisar que el aislante o recubrimiento no esté roto, esto con el fin de que no se junten los cables y se genere un cortocircuito. Siempre se debe verificar que las series navideñas estén certificadas y, al comprarlas, debe ser en establecimientos que ofrecen garantía.