No solo en el manejo del sistema de drenaje del Valle de México se privilegia a esta región del país en detrimento de otras, como Tula, sino también en otros entornos que tienen que ver directamente con el impacto ambiental, como la industria cementera, la producción de energéticos y generación de electricidad.

Es decir, “existe una discriminación social y ambiental”, afirmó René Romero Rivera, integrante de la Red de Conciencia Ambiental Queremos Vivir, al coincidir con Dean Chahim, ingeniero civil y antropólogo social, respecto a que la inundación en Tula fue una consecuencia derivada del manejo político del drenaje de Valle de México que privilegia zonas de mayor plusvalía sobre las periféricas.

En un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post, Chahim sostiene que, dado que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como el Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex) tienen control sobre el flujo que va del Valle de México hacia la región Tula, la inundación en la zona Tolteca pudo evitarse; sin embargo, en ese caso, la capital del país se hubiese anegado en sus propias aguas negras.

“Nosotros estamos como en una zona de sacrificio. Las autoridades están conscientes de los impactos que genera el desarrollo urbano e industrial y, aun así, deliberadamente siguen permitiendo estas malas prácticas”, remarcó Romero Rivera.

Consideró que es necesario que las autoridades realicen una gestión hídrica integral en la cuenca del Valle de México, además de obras para infiltrar y retener las precipitaciones sobre este mismo acuífero.

Criterio consultó a la dirección local de la Conagua sobre las aseveraciones de Dean Chahim; no obstante, el área de Comunicación Social indicó que los cuestionamientos requeridos debían ser enviados por correo electrónico y, posteriormente, se daría una respuesta.

Yuvenil Torres I Pachuca

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