El simulacro de derrame industrial de cloro que se llevó a cabo ayer en Tula permitió observar que los cuerpos de emergencia tienen áreas de oportunidad en organización y rapidez, refirió Hugo San Vicente, represente institucional de la Asociación Nacional de Industria Química (ANIQ).
El ejercicio de atención a un accidente industrial fue organizado por la Dirección de Protección Civil de Tula, el Subcomité Regional de Respuesta a Emergencias del Comité de Cloro-ANIQ y el Sistema Nacional de Capacitación para Protección Civil.
Aunque elementos del Ejército y paramédicos de la Cruz Roja fueron convocados a participar, no se presentaron.
“El protocolo consistió en activar la alarma de emergencia a las 7:00 horas, para lo cual se dio aviso a Protección Civil municipal, quien a su vez inició el Protocolo Nacional contra Riesgos de Materiales Peligrosos”, informó el coordinador de la ANIQ.
Informó que a las 8:00 horas arribaron al lugar del siniestro socorristas y bomberos de Tula.
Posteriormente, se agrupó a un cuerpo de brigadistas, quien realizó actividades de exploración, contención y descontaminación.
En la puesta en escena participaron 40 elementos. Como parte de la actividad se debía brindar atención a dos personas intoxicadas.
Miguel Ángel Martínez l Tula