La Farmacia Viviente, un negocio de más de 90 plantas medicinales y 40 árboles frutales, es propiedad de Willibaldo López Álvarez, un horticultor y experto en el poder curativo de las especies que comercia.
El dueño puso ese nombre a su establecimiento, el cual, dijo, es mucho más que un proyecto, pues pone en contacto a sus visitantes con la naturaleza, la ecología y la salud.
“Es por ignorancia que no se interesan en promover a quienes nos dedicamos al cultivo de las plantas medicinales, pues todavía lo hacemos en la región”, aseguró.
En el lugar, ubicado en el barrio 10 de Los Reyes, comunidad de Acaxochitlán, se ofertan el estafiate, para el mal de aire en los niños; florifundio, para el dolor del nervio ciático; mirto, para males de estómago; la hierba del sapo, aconsejada para las piedras en el riñón; además de una amplia variedad de sábilas.
Sobre el nombre, López Álvarez señaló: “Le llamo así porque para los hierberos es fácil cortar la planta, y en el caso mío quiero que la gente se la lleve a su casa y la siembre para no perderla, pues hay muchas que están peligro de extinción”.
Cada fin de semana, la familia López Álvarez traslada su Farmacia Viviente a El Vado, donde vende sus especímenes.
VARIEDAD DE COSTOS
La planta más barata cuesta 20 pesos; mientras, la de mayor precio, 200.
Nathali González I Acaxochitlán
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