Para algunos niños que viven en el sector rural, la primaria es el grado mayor de estudios al que se puede aspirar, refieren padres de familia quienes reconocen que la secundaria “a duras penas se saca”, y la preparatoria es solo “un sueño”, sobre todo en las comunidades indígenas de la Otomí-Tepehua.
“Con mucho esfuerzo les ayudamos a sacar la primaria, porque con la crisis que vivimos no nos queda de otra más que trabajar en el campo y entonces nuestros hijos nos ayudan”, indicó Ramón Hernández, oriundo de Acaxochitlán.
El entrevistado comentó que próximamente se irá a Esta-dos Unidos, por lo que sus hijos “tendrán que ayudar a su mamá y abuelos en las parcelas”.
Es una constante para quien vive del campo, dejar truncados sus estudios o tener bajas calificaciones, pues muchos apoyan a su familia, sobre todo a abuelos, a las faenas del agro, debido a que se quedaron bajo su cuidado.
Realizan el arado de tierras, alimentan y asean a los animales. Ellos permanecen en la región, después de que sus hermanos mayores y padres parten tras el sueño americano.
La pandemia de Covid-19 también fue determinante para que algunos niños de comunidades indígenas truncaran sus estudios y perdieran interés.
“Uno de mis pequeños quiere irse al otro lado, porque sabe que su hermano el mayor y su papá nos mandan dólares y ya no quiere estudiar la secundaria, así que ha comenzado a dejar de ir”, añade Guillermina Santiago, vecina de San Bartolo.
Magda García I Acaxochitlán