Los regidores priistas Marcos Reyes Sánchez, Élfego Martínez Jiménez y Fernando García Domínguez consideraron que el ayuntamiento de Tula debe reintegrar el dinero a los vendedores que rentaron un espacio comercial en las instalaciones de la feria San José 2020, la cual fue cancelada debido a la contingencia por el coronavirus (Covid-19).

Fueron más de 420 puesteros los afectados por la suspensión de las festividades que se realizan tanto en la explanada de la presidencia municipal como en el atrio de la catedral de San José.

Con base en testimonios de los negociadores, se invirtieron sumas variables en la compra de mercancía; algunos perdieron entre 15 y 20 mil pesos más el monto del cobro por la renta de piso, de entre 600 y 2 mil pesos por metro.

Quienes venden ropa, plásticos, libros o artículos diversos se dijeron “poco” agraviados, puesto que guardarán su producto para ofrecerlo en “mejores ocasiones”.

Por su parte, aquellos dedicados a los comestibles se consideraron en ruina, debido a que gastaron en carne, fruta y verdura: “Ahora se nos echarán a perder; que ya no venderemos, pues desde el pasado domingo nos cancelaron la feria”.

Ante esto, los ediles del partido tricolor reiteraron que a los comerciantes se les debe regresar su dinero con el objetivo de amortiguar, de alguna manera, las “grandes” pérdidas que tuvieron.

Según la síndica hacendaria Janet Arroyo Sánchez, la suspensión de la feria generó a la alcaldía una pérdida aproximada de un millón 200 mil pesos debido a la falta de ingresos por renta de espacios a comerciantes.

Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende