El conflicto con Tunititlán concluyó en el momento en el que el anterior comité renunció a sus funciones, confirmó el alcalde de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor, por lo que aseguró que “ahora todo ha retornado a la normalidad”.

Explicó que la localidad aprobó en una asamblea general, mediante usos y costumbres, un acuerdo en el que, desde 2015, “el señor Jaime Gálvez estaría impedido para ocupar cargos de cualquier tipo de forma definitiva”.

Según el edil, el pacto se rompió en marzo, cuando, en un cónclave, la persona antes mencionada fue designada como el nuevo presidente del Comité de Agua Potable. La delegación municipal expuso, en ese entonces, que la reunión se realizó sin la presencia de la mayoría de los ciudadanos y con “diversas anomalías”.

Explicó que fue hasta el mes pasado, después de una mesa de diálogo en la que también participó el gobierno estatal, cuando se resolvió el problema, debido a que otras comunidades que se surten de la red de agua potable de Tunititlán resultaron afectadas.

Martínez Mayor afirmó que el municipio actuó como un mediador y que los mismos pobladores fueron quienes acordaron que Gálvez no ocupe ningún tipo de cargo al interior de la comunidad por presuntos antecedentes de actos de corrupción.

El alcalde agregó que el grupo afín al expresidente, señalado por causar daños a vehículos oficiales, así como del secuestro de algunos funcionarios locales, fue denunciado ante la agencia del Ministerio Público, cuya carpeta de investigación sigue abierta.

Conflicto de interés

En abril de este año, quienes integraban el Comité de Agua Potable de Tunititlán tomaron las instalaciones de la presidencia municipal y causaron destrozos

La delegación de la comunidad desconoció a dicho organismo, quien expresó que Jaime Gálvez “no era apto para el cargo”

Fue hasta finales de mayo cuando el presidente del comité renunció a su cargo tras la presión social de los pobladores

Antonio Reyes | Chilcuautla