Familiares de empleados del centro comercial Aurrera, en Tula, pidieron a la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) revisar las condiciones epidemiológicas del lugar, pues alertaron que hay un brote de Covid-19.

Acusaron que, a pesar de los contagios entre empleados, los responsables de la tienda los obligan a presentarse a laborar.

Los quejosos, quienes prefirieron mantenerse anónimos, calificaron como “inhumano” e “irresponsable” que el supermercado obligue a asistir a sus trabajadores con síntomas de covid.

“El peligro es para todos los empleados de la tienda, pero la totalidad de las cajeras están en contacto obligado y directo con los compradores, a quienes reciben y dan dinero, mismo que pudiera estar contaminado con el virus, por lo tanto, están exponiendo a miles de personas a infectarse con la enfermedad respiratoria y eventualmente hasta perder la vida”, aseveró uno de los familiares.

Pidieron a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) revisar por qué no les han autorizado incapacidad laboral y solo, en algunos casos, les han otorgado seis días de descanso, por lo que varios han regresado enfermos a sus labores.

Afirmaron que el brote de contagios ya rebasa los 10 casos.

Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende

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Óscar Eduardo Gallegos Ramírez, delegado estatal del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), informó que han entregado apoyos económicos a 24 de los 85 habitantes del fraccionamiento Chapultepec, en Tula de Allende, que resultaron afectados por las inundaciones de septiembre pasado; además, indicó que están en proceso de beneficiar a otros 10.

En entrevista con Criterio, el funcionario federal reconoció que el financiamiento por daños a viviendas de interés social no se otorgó a todos los propietarios de inmuebles con afectaciones, solo a los que tienen un crédito vigente con el Infonavit, pues explicó que el resto terminó su relación con el organismo asistencial.

A finales de noviembre pasado, residentes de dicho fraccionamiento acusaron que los seguros otorgados por el instituto para la reparación de sus viviendas habían sido insuficientes para rehabilitarlas y regresar a ellas, pues únicamente entregó entre 50 y 60 mil pesos; sin embargo, algunas reparaciones habían costado más de 200 mil.