Sin avance, permanece la denuncia interpuesta el 15 de diciembre de 2021 por el gobierno de Salvador Jiménez Calzadilla (2020-2024) en contra de quien resulte responsable por el extravío de 424 bienes del Centro Cultural Tepeji y de la Escuela de Música (Emusic) de la comunidad indígena San Ildefonso, 371 de los cuales fueron instrumentos musicales, valuados en un millón 350 mil pesos.

Lo anterior fue informado por el director del espacio cultural local, Ulises Arellano Miranda, quien señaló que la querella correspondiente, asentada con el número 12202114468 ante la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) y la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción, fue iniciada por la representante legal del ayuntamiento, la síndica jurídica, Amparo León Monroy.

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El titular del inmueble reconoció que es casi seguro que las denuncias no se resuelvan durante este periodo, ya que si no ha sucedido en más de tres años, es complicado que lo hagan en menos de ocho meses.

A pesar de ello, se esperanzó en que algún día los responsables del extravío de instrumentos y demás bienes del CCT y la Emusic paguen, porque —dijo— “el daño no se lo hicieron a un particular, sino a la niñez y juventud del municipio, pues no tienen oportunidad de desarrollar completamente sus talentos”.

Dentro de los artículos presuntamente robados o extraviados se encuentran equipos de cómputo, impresora, un minicomponente, guitarras, bafle, bocina, un teatro en casa, consolas, escritorios, amplificadores, sillas y reguladores.

Existen cuatro imputados por los hechos

Afirmó que los principales inculpados por el probable delito son el exalcalde Moisés Ramírez Tapia y la exresponsable del Concejo interino, Ericka Pérez Castilla, y junto con ellos también están señalados los exdirectores del Centro en ambos periodos, Francisco Fernando González y Oswaldo Juárez, respectivamente.

Arellano Miranda precisó que, aunque son cuatro personas las señaladas, se tiene detectado que, la mayor parte sino es que todos los instrumentos, faltan desde el final del gobierno de Moisés Ramírez (2016-2020).

Sostuvo que hay información testimonial de que el exdirector Francisco Fernando González empeñaba o vendía los instrumentos como si fueran propios.

Asimismo, aseguró que también se tiene visto que durante el periodo de este director las marcas de los instrumentos se cambiaron por artículos de menor calidad, como es el caso de una tuba Yamaha, que se permutó por una Júpiter.

Además, reveló que, dentro de los 424 bienes, hubo artículos que se tenían en comodato por parte de la Secretaría de Cultura e incluso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que ambas dependencias iniciaron sus propios recursos legales por este motivo.

El directivo aseguró que los artículos reclamados se comprobaron mediante facturas, actas de donación y el acta de entrega-recepción, además de que se hicieron actualizaciones de valor con proveedores, por lo que se sabe que los bienes están valuados en más de un millón 350 mil pesos.