A 20 días de que se manifestaron para impedir la tala en el bosque de Lagunicatlán, el fin de semana, un centenar de ejidatarios y vecinos del municipio Acatlán emprendieron una jornada de reforestación en la que plantaron dos mil árboles de las especies: pino y cedro blanco.
Desde el sábado a temprana hora, hombres y mujeres, incluidos menores de edad y adultos mayores, se internaron en el área arbolada del ejido Lagunicatlán para iniciar la plantación de los árboles donados por el municipio Huasca de Ocampo.
En la jornada, que concluyó alrededor del mediodía de ayer, participó la regidora presidenta de la comisión de Medio Ambiente del ayuntamiento de Acatlán, Monserrat Anaya, quien destacó la organización, interés y compromiso de los pobladores de Lagunicatlán para con el entorno.
Confió que pronto se restablezcan al 100 por ciento las actividades en dependencias tanto federales como estatales, involucradas en la preservación de los recursos naturales, para que “durante el tiempo que le resta a su gestión pueda acompañar a ejidatarios y vecinos, en el seguimiento a las denuncias y demás procesos iniciados en defensa del bosque de Lagunicatlán”, aseveró.
María Antonieta Islas
Acatlán