La tradición ilumina las calles con colores, música y rituales uniendo familias en la Huasteca
Altares iluminados con veladoras y flores de cempasúchil en la celebración del Xantolo en Huejutla
Este año, la festividad de Xantolo toma vida en Huejutla, transformando cada rincón en un homenaje a la cuarta etapa de la existencia.
En una mezcla única de lo ancestral y lo contemporáneo, los habitantes y visitantes se reúnen para celebrar la conexión entre vivos y muertos, ocupando plazas públicas como la 21 de mayo, la de la Revolución Americana, Nicandro Castillo y General P. Mariel, además del emblemático atrio de la catedral de Cristo Rey, corazón espiritual de la Huasteca.
Desde el inicio de las celebraciones, los tonos verde y amarillo dominan altares y ofrendas, evocando la fertilidad de la tierra huasteca y la eternidad del espíritu.
“Quien muere en la Huasteca vivirá para siempre”, es una frase recurrente entre los asistentes. En esta región, la muerte no es un final, sino un proceso de transformación donde las almas regresan cada año para convivir con los vivos en un encuentro que trasciende generaciones y el tiempo mismo.
La ceremonia de inauguración estuvo a cargo del presidente municipal de Huejutla, Alfredo San Román Duvan, quien al cortar el listón dio la bienvenida a los visitantes y familias reunidas para dar inicio a los rituales.
En su mensaje, San Román destacó la importancia de esta festividad como espacio para el reencuentro familiar y el fortalecimiento de los lazos culturales.
“El Xantolo no es solo una tradición; es el reencuentro de las familias, una oportunidad de recordar y valorar la vida a través de aquellos que ya no están”, declaró el alcalde ante la comunidad.
La celebración del Xantolo llena las calles de Huejutla de aromas y sonidos. Entre huapangos y sones huastecos, las danzas representan el viaje de los espíritus hacia el descanso, mientras los altares se decoran con flores de cempasúchil y veladoras, guiando el regreso de las almas desde el más allá. La ciudad se convierte en un espacio vibrante, donde la música y el folclore se mezclan en un tributo que honra la vida y la muerte por igual.
Para los habitantes de Huejutla y sus visitantes, el Xantolo es mucho más que una festividad; es un recordatorio de que en la Huasteca, la muerte es vista como un tránsito, un retorno y una forma de vida eterna. Los altares iluminados y las danzas reflejan la esencia de esta celebración que une nostalgia y alegría, convirtiéndose en un vínculo vivo entre los antepasados y las nuevas generaciones.
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