Juana Hernández cumplió 100 años el pasado 24 de agosto, debido a que desde hace un año ya no puede caminar; sus familiares la llevaron a la iglesia, la cual está al lado de su hogar, en la localidad de Tlanzintla, Huejutla, para dar gracias por llegar a esa edad.
El Día del Abuelo, celebrado ayer, pasó inadvertido en su humilde hogar, donde ha pasado un centenario en la pobreza, pero eso no impide que se le dibuje una sonrisa en su rostro cuando ve que llegan a saludarla.
La conocida como Juanita es hablante también del náhuatl al igual que sus familiares, solo una de sus nietas apenas habla español, pero todos ellos son hospitalarios. Aunque Juana tiene problemas de audición alcanza a escuchar algunos comentarios que le traducen sus familiares.
La mujer indígena es viuda, su esposo murió hace alrededor de 15 años, tuvo un único hijo que la acompaña, pero al igual que ella tiene problemas de movilidad debido a una enfermedad. En náhuatl, comentó que se le hinchan las piernas y los pies, pero que no ha podido ir al médico.
Con ayuda de su nieta que le tradujo al español, la mujer cuenta que no está vacunada contra el coronavirus porque el día que estuvo la campaña de vacunación tenía fiebre.
Salomón Hernández | Huejutla