Con el ritual del ánima sola, que es el encendido de velas alrededor del centro ceremonial dedicado a los muertos en Huejutla, concluyó la celebración del Xantolo.
De manera cíclica, cada año se aumenta una vela para iluminar el camino del ánima sola, que, de acuerdo con la tradición oral, es aquella persona que falleció y que no tiene quien le dé la bienvenida en el mundo terrenal.
Antes de la ceremonia, el conductor Cruz Alberto García Vite expresó que el Xantolo trasciende el tiempo y el espacio, porque se rinde homenaje a quienes nos precedieron, como una demostración de respeto por aquellos que nos dejaron este legado.
Indicó que el 2 de noviembre se reconoce y ofrenda a esas almas errantes que no tienen quien les dé la bienvenida y que este gesto, el de las velas, es la promesa de que nunca serán olvidadas.
“Las velas iluminan el escenario, un lugar donde la tradición brilla con un fulgor único, es un momento en que las fronteras en el mundo de los vivos y los difuntos desdibujan y las historias y las memorias se entrelazan de manera inquebrantable”, refirió.
En su oportunidad, el alcalde de Huejutla, Daniel Andrade Zurutuza, agradeció a los turistas, a los medios de comunicación, a todo el público que viajó muchas horas para estar en este lugar: “Huejutla está de fiesta y se queda con una huella en su historia, la festividad fue un éxito, con orgullo digo que desde el inicio impulsamos la cultura y el turismo, hemos tomado el rumbo correcto, promover la cultura con un enfoque humano y social”.
Salomón Hernández | Huejutla