La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dispone de una flota de 23 drones, de los cuales, 16 tienen valores de aseguramiento de hasta 1.7 millones de dólares.
El Ejército está usando actualmente esas unidades en sus operaciones contra el narcotráfico y el huachicol, así como en tareas de vigilancia fronteriza y en
zonas costeras.
Cuatro de esos drones fueron empleados, por ejemplo, para seguirle los pasos a José Antonio Yépez el Marro, en los tres días previos a su captura el pasado 2 de agosto, en una casa a pie de carretera, afuera del pueblo de Franco Tavera, a unos kilómetros de Celaya, en Guanajuato.
Las unidades vigilaron cuatro diferentes viviendas hasta detectar en una de ellas la llegada de una camioneta y de alimentos.
De los 23 vehículos de vigilancia aérea no tripulados, nueve S-45 Baalam y tres S-45T Baalam son modelos desarrollados por Hydra Technologies de México, fundada en 2005.
Además, el Ejército cuenta con un G-1 Guerrero y un S-4 Ehécatl, desarrollados por la misma compañía con sede en Jalisco.
El Ehécatl tiene una longitud de tres metros y medio, puede volar día y noche a una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora, a una altitud de 15 mil pies .
Staff l Agencia Reforma