Estamos muy cerca de la temporada de Semana Santa y en FDS te queremos compartir muchos destinos hidalguenses que seguro disfrutarás con la mejor compañía.

En esta ocasión, te decimos qué hacer y a dónde ir en Tulancingo de Bravo, municipio que está apenas a media hora de camino desde Pachuca.

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EL CENTRO

Un lugar que es punto de encuentro para los oriundos de la ciudad, evidentemente, es el centro, donde se encuentra el famoso jardín La Floresta, que formó parte de un antiguo convento franciscano; aquí se encuentra un bonito quiosco que tiene 110 años de historia. En esta zona se llevan a cabo diferentes actividades sociales entre semana y en los fines, tales como presentaciones culturales y ferias de diferentes productos, como el queso, que es uno de los protagonistas de la región.

Un sitio bellísimo y atractivo por su arquitectura, es la catedral de Tulancingo, construida en 1528 y donde encontrarás una pila labrada en piedra, así como un púlpito de madera.

Apenas a unos metros de La Floresta, se localizan el centro cultural Ricardo Garibay y el Jardín del Arte, espacios de encuentro y creación en los que se puede disfrutar de exposiciones, presentaciones de música, danza y otras expresiones artísticas.

EL FERROCARRIL

Este punto de la ciudad tuvo gran auge en el siglo XIX, pues aquí llegaban y se enviaban mercancías para la zona centro del país. Se trata de un lugar histórico que ahora alberga un museo, que es el pretexto para que en sus inmediaciones haya más espacios de creación y desarrollo cultural, entre ellos la Cineteca, el Museo del Santo con más de 200 piezas exhibidas, y el comedor del ferrocarril. Además, es un sitio donde habitualmente se dan cita artesanos no solo de Tulancingo, sino de toda la región, para promover sus productos textiles, alimentos, bebidas y más.

ARQUEOLOGÍA

Sin duda, visitar Tulancingo es una oportunidad para aprender de historia. En este municipio se encuentra la zona arqueológica de Huapalcalco, palabra que significa “lugar de la casa de madera”, en la que se pueden ver pinturas rupestres. Es el centro cívico ceremonial más antiguo de Hidalgo, aquí se encuentra la Cueva del Tecolote, a un costado de la pirámide principal, donde se han encontrado objetos de más de 7 mil años de existencia, según la labor de exploración. Otro dato útil es que en las inmediaciones de este
espacio se puede practicar senderismo y rapel.

GASTRONOMÍA

Si algo bueno tiene Tulancingo, es su deliciosa comida y los productos que aquí se elaboran para deleitar el paladar; entre los más populares están los lácteos, entre quesos y helados. Y, sin duda, el platillo que debes probar y por el cual el municipio obtuvo la denominación de Pueblo con Sabor es el guajolote, que se prepara con una telera partida por la mitad, después se untan frijoles refritos en las tapas y a la base se le coloca un par de enchiladas verdes con queso.

En sus orígenes, se preparaba con un huevo cocido, pero con el tiempo se ha adoptado la práctica de rellenarlos con una gran variedad de guisados. El toque que le da un sabor muy bueno es la salsa; por eso, te invitamos a que disfrutes de este platillo local.

Al estar cerca del Altiplano, Tulancingo comparte algunas preparaciones con otros municipios, como la barbacoa y los molotes, que se conocen por su tradición en Epazoyucan y Acaxochitlán. Y no podemos dejar de lado las tulancingueñas, que son tortillas dobladas con queso y jamón, se fríen y después se acompañan con lechuga, queso y salsa.

El tiempo de traslado por carretera es de alrededor de media hora desde Pachuca, aunque siempre hay que considerar el tráfico y las obras que se llevan a cabo en las inmediaciones. ¡Esperamos que disfrutes al máximo este destino hidalguense!