Tras el reclamo de diputados sobre la venta de citas en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro advirtió que la Fiscalía General de la República no ha hecho nada ante las denuncias presentadas.

“Sí hay corrupción, la estamos atacando y seguimos trabajando en ello. Necesitamos apoyo de la Fiscalía General de la República”, advirtió la jefa del organismo fiscalizador.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados, legisladores del PAN y PRI urgieron a que se solucione la venta de citas que ha sido denunciado desde hace meses.

La priista Eufrosina Cruz señaló que, ante la escasez de citas, los presidentes municipales que deben hacer gestiones ante el SAT tienen que contratar a despachos.

“Me preocupa lo que está pasando. El SAT busca incrementar recaudación, pero no puedes recaudar cuando el trámite en el sistema tributario es el más engorroso, ni se permiten citas, tienes que buscar despacho externo, es corrupción, que se hace ahí maestra Raquel”, denunció.

La diputada panista Patricia Terrazas dijo que el gobierno puede proponer todo tipo de reformas legales para mejorar la recaudación, pero si no hay bue-na atención a la ciudadanía es poco efectivo, lo que logre el SAT como institución.

“El Régimen de Confianza se supone que es para facilitar la recaudación y sin tramitología. Pueden poner en leyes todo lo que sea, pero nada más en el tema de las citas, es todo un tema de corrupción, falta de compromiso y atención al contribuyente”, reprochó.

“Como legisladora, como contador público y fiscalista, son un drama las citas. No nos han atendido y si no han atenido a Patricia Terrazas, como diputada federal, no me imagino al ciudadano común”.

Tras escuchar los reclamos, Buenrostro reconoció la corrupción en el sistema de citas y atribuyó a granjas de boots y a exfuncionarios con despachos, la “cacería” de citas.

Explicó que varios exfuncionarios fiscales de las entidades conocen el sistema automático, pero también, indicó, hay funcionarios del SAT que se prestaron a la corrupción. “Cuando empezó la venta, los que más robaban citas eran contadores de Nuevo León y Jalisco”, dijo.

Claudia Salazar y Martha Martínez I Agencia Reforma