La familia de Camila Roxana Martínez Mendoza, una niña de 3 años, sufrió un viacrusis de negligencia médica que derivó en que ella fuera declarada dos veces muerta en un lapso de 24 horas en una zona limítrofe de Villa de Ramos y Salinas de Hidalgo, a 150 kilómetros de San Luis Potosí capital.

Camila ingresó a las 10:00 horas del 17 de agosto al Hospital Básico Comunitario estatal de Salinas de Hidalgo con vómito, diarrea y fiebre, por lo que le pusieron toallas húmedas y le recetaron paracetamol y la dejaron ir, relató su madre Mary Jane Mendoza, de 20 años de edad.

Al ver que la niña no mejoraba, y tras la visita a dos médicos particulares y el paso de 12 horas, la niña fue llevada nuevamente al hospital, pero ya directo a la sala de urgencias, donde minutos después le anunciaron que había muerto.

 “Cuando yo corrí a ver a la niña, ya le habían quitado oxígeno, suero, ya no hicieron nada, entonces agarro a la bebé y me abraza, les digo que no está muerte, sentí fuerzas en ella, y el doctor me respondió: ¡Ya suéltala, no la maltrates!, me agarró la mano y encerró en un cuarto”, relató.

Mary Jane salió del cuarto por una puerta trasera, esperó durante aproximadamente 10 minutos el certificado de defunción y conoció por primera vez que la causa de muerte oficial fue diarrea aguda, deshidratación severa y shock hipovolémico.

Relata madre que Camila se movíaEn ese momento, el hospital se encargó de contratar los servicios funerarios y fue durante la ceremonia de velación, en la mañana del 18 de agosto, que la madre notó que los ojos de Camila se movían, que no le cambiaba el tono de su piel, que no parecía muerta, y que además se empañaba el cristal del ataúd.

En respuesta, los empleados de la funeraria le advirtieron que ella tenía un trauma, que lo que veía no era la realidad, pero la suegra de Mary coincidió: a la bebé se le mueven los ojos.

Posteriormente, una enfermera llegó a los 10 minutos y tras una revisión le detectó un pulso de 97, así como oxigenación; después, la trasladaron a una clínica rural, donde les pidieron de inmediato una ambulancia para llevarla al hospital más cercano, en este caso el IMSS-Bienestar en la comunidad Los Hernández, en Villa de Ramos, al cual nunca llegó.

 “Ella no cambió de color, estaba respirando y tenía pulso”, afirmó.

La segunda muerte de Camila. Tras decidir que era mejor trasladarla al Hospital Central de la capital potosina, fue cuando un paramédico les dijo tras dos horas de viaje que su hija, nuevamente, estaba muerta, y el Servicio Médico Forense (Semefo) les entregó el cuerpo hasta el viernes 19 de agosto, pero no les dio una copia de la autopsia, ni tampoco una asesoría para una denuncia por posible negligencia.

Lo que sí obtuvieron fue un nuevo certificado de defunción en el que ahora se aseguraba que Camila Roxana falleció por edema cerebral, falla metabólica y deshidratación, lo cual fue lo que finalmente quedó plasmado en el acta de defunción del Registro Civil.

Los sueños de Camila Roxana En una semana, Camila Roxana ingresaría al kínder y su madre comentó que la niña estaba tan emocionada de que por fin iba a estrenar sus “vasitos” que le estaban por llegar de Guadalajara, así como también por los lonches que ella le prepararía.

 “Ella me decía, mami cuando yo vaya al kínder me compras mi lonchera y me vas a decir: ¡levántate melolenga, levántate!”, expresó Mary Jane.

Agrega que su esposo, quien recientemente se mudó a Estados Unidos para obtener mejores ingresos para la joven familia, le iba a buscar y mandar la lonchera, los pines para la fruta, los termos, los moldes para hacer figuras, las hieleritas, entre otros accesorios: “él decía: yo le voy a mandar todo lo que ella quiera”.

Afirman autoridades indagatoria en SLP Para conocer si existió negligencia en la atención médica de la menor de tres años Camila Roxana, quien fue declarada muerta en dos ocasiones, la Fiscalía General del Estado (FGE) inició una carpeta de investigación de oficio, informó su titular José Luis Ruiz Contreras.

Agregó que se está investigando el actuar de los trabajadores de la salud en el Hospital Básico Comunitario de Salinas, de la empresa funeraria y de los dos ayuntamientos, tanto de Salinas como Villa de Ramos.

Por su parte, la Secretaría de Salud estatal quiere esperar hasta conocer los resultados de la autopsia para emitir una declaración.

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