Al menos 455 empresas están en peligro de quedarse sin suministro eléctrico a partir del próximo 1 de febrero, como daño colateral del conflicto que el gobierno federal tiene con la empresa española Iberdrola.

Algunas de las empresas afectadas serían Ternium, Soriana, Cementos Apasco, Minería Autlán, Kimberly Clark y Bio Pappel, entre otras, tanto grandes como pequeñas.

Esas compañías son socias de Iberdrola y reciben suministro de energía por la central eléctrica ubicada en Pesquería, conforme los permisos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

El problema se centra en que la CRE se ha reusado a modificar el permiso de Autoabastecimiento a Generación para las unidades 3 y 4 de la central Dulces Nombres de Iberdrola, que tienen una capacidad conjunta de 500 megawatts y cuyo contrato de interconexión vence a finales de este mes.

“El problema es que no sólo están afectando a Iberdrola, sino a todas las empresas que recibían esta energía. Están poniendo al usuario en una situación muy difícil, tendría que virar inmediatamente hacia otro proveedor; la cuestión es ¿CFE tiene esa capacidad y a qué costo?”, expuso César Cadena Cadena, presidente del Clúster Energético de Nuevo León.

El pasado 5 de enero, la empresa se amparó contra la resolución de la CRE, medida que de resultar favorable permitiría a Dulces Nombres seguir operando.

Además, el pasado 4 de enero presentó por segunda ocasión su solicitud de cambio de permiso ante la CRE, con lo que, de resultar favorable, las empresas socias de Iberdrola podrían no verse afectadas.

Marlen Hernández
Agencia Reforma