Margarita Gutiérrez Ruiz, doctora de la facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) responsable del Laboratorio de Biogeoquímica Ambiental de esa institución, indicó que estudios realizados en la región donde opera la minera Autlán no han demostrado la existencia de daños en la salud de la población.
La académica concluyó que el impacto que registra la zona es multifactorial, pues están presentes otras actividades, como la agricultura y la ganadería; el uso de herbicidas, que son altamente tóxicos, así como estufas de leña. “Para que el manganeso haga daño, tiene que entrar en polvos finos al pulmón y de ahí pasar a la sangre”, sostuvo.
Abundó que el Río Claro, ubicado en Molango, tiene presencia de sedimentos solubles de carbonato de manganeso; sin embargo, no afectan la calidad del agua.
Además, derivado de un estudio en 2017, en el que se midió el mineral presente en el cabello de niños de la colonia Guadalupe Otongo —porque, supuestamente, provocaba bajo rendimiento escolar—, se comprobó que la primaria de esta localidad mantiene alto nivel académico contra otras.
MIDEN RENDIMIENTO
Gutiérrez Ruiz indicó que también se evaluó el desempeño de estudiantes de la localidad Tolago, expuestos también a la actividad extractiva
Señaló que, en este caso, se constató que su bajo rendimiento se debía a que los menores hacían una sola comida al día
Yuvenil Torres | Pachuca