Durante más de 25 años, en el barrio de El Arbolito, Efrén Rivera Mendoza, alias el Borrego, preparó diariamente desayunos para más de cien niños de escasos recursos; ayer sus amigos, familiares y vecinos se dieron cita para despedirlo en la iglesia del sector.
A Rivera Mendoza se le debe la gestión del desayunador, la casa de cultura, el centro de salud, la primaria y la secundaria del sector, uno de los más antiguos de Pachuca. Este sitio hace dos décadas era conocido porque albergaba a la banda de Los Calcetines.
Los vecinos dijeron que, cuando fue juez del barrio en 1988, Rivera Mendoza realizó los trámites para la instalación de agua potable y electricidad en la colonia.
José Pérez Jiménez, habitante de la zona, reiteró que, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, el Borrego logró la apertura del centro escolar de nivel básico ubicado en el polígono.
“Tiene mucha familia, y hoy están aquí acompañándolo. Él no se casó; su vida la dedicó a la ayuda desinteresada para los menos favorecidos”, agregó.
Pérez Jiménez comentó que en 1993 Rivera Mendoza comenzó, con la ayuda del Club Rotario, la diligencia para el desayunador.
“En ese sito la preparación de la comida era por su cuenta. De lunes a viernes atendían a niños de preescolar a secundaria y a adultos de bajos ingresos”, expresó.
El Borrego fue minero, señaló el vecino, pero su pasión era preparar, por más de 25 años, cientos de platillos para dárselos a los menores.
Indicó que Rivera Mendoza buscó a los miembros de Los Calcetines para convencerlos de que dejaran de delinquir en el lugar.
Lo anterior, señaló, durante la administración municipal de Juan Manuel Sepúlveda Fayad, quien le pidió que interviniera para lograr la pacificación del barrio.
Marisol Flores l Pachuca
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