Santiago Nieto Castillo, encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), informó que la dependencia abre entre 130 y 150 carpetas de investigación por violencia familiar a la semana, por lo que consideró que es necesario mejorar el diseño normativo para tener mayor efectividad.
Esto, luego de que la presidenta del Patronato del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Hidalgo (DIFH), Edda Vite Ramos, diera a conocer durante su informe de actividades que han recibido 7 mil 92 reportes de maltrato o violencia contra menores de edad.
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El titular interino de la fiscalía estatal informó que el delito que más se comete a nivel estatal es violencia familiar y su mayor incidencia se registra en los municipios con mayor densidad poblacional, como Pachuca y Tulancingo.
Por lo anterior, consideró que dicho fenómeno delincuencial debe erradicarse mediante una perspectiva cultural y de educación, además de “atacar la impunidad”. Asimismo, consideró que la única manera de logarlo es “llevando a los responsables ante los tribunales”.
DATOS
- Nieto Castillo indicó que, tras recibir un reporte de maltrato contra menores de edad, se da parte a la PGJEH, por lo que se han iniciado carpetas de investigación, algunas relacionadas con violencia sexual
- Por lo anterior, consideró que dicho fenómeno delincuencial debe erradicarse mediante una perspectiva cultural y de educación, además de “atacar la impunidad”. Asimismo, consideró que la única manera de logarlo es “llevando a los responsables ante los tribunales”
Yuvenil Torres | Pachuca
Tres de cada 10 mujeres que tuvieron un parto en los últimos cinco años, en Hidalgo, sufrieron violencia obstétrica, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo anterior quiere decir que de las 188 mil 258 mujeres, de entre 15 y 49 años, que dieron a luz, entre 2016 y 2021, 62 mil 584 enfrentaron algún maltrato en la atención médica; es decir, 33.2 por ciento.
A nivel nacional, Hidalgo ocupa la posición 11 de las entidades con mayor incidencia, solo por debajo de Puebla, donde 33.4 por ciento de quienes dieron a luz a un hijo, en el periodo antes mencionado, sufrieron este tipo de violencia; Guerrero, 34.5; Sonora, 43.6; Veracruz, 36.1; Yucatán, 37.1; Morelos, 37.5; Querétaro, 38.4; Ciudad de México, 38.5; Tlaxcala, 38.5, y San Luis Potosí, 38.9, completan la lista.
La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Hidalgo define a la acción u omisión ejercida por el sistema de Salud público o privado o cualquier agente ajeno que asista a la paciente o incida directamente en el proceso de embarazo, parto o puerperio, y que viole sus Derechos Humanos, como violencia obstétrica.
Según la medición del Inegi, en el país, de las 7 millones 810 mil 538 mujeres, de 15 a 49 años que tuvieron un hijo entre 2016 y 2021, 2 millones 455 mil 170 enfrentaron dificultades por la atención de su último parto; es decir, 31.4 por ciento.
Los tres tipos de incidente más comunes son los gritos y regaños durante el trabajo de parto o cesárea, con el 11 por ciento de los casos; seguido de la presión para que acepten que les pongan un dispositivo o una operación para ya no tener hijos, 9.7; e ignorarla cuando pregunta sobre su parto o su bebé, 9.
El grupo etario de mujeres que más sufren violencia obstétrica son las que tienen entre 25 y 34 años, con 49.2 por ciento; seguido de las de 15 a 24, con 33.4; y de 35 a 49, 17.4 puntos porcentuales. Asimismo, 3 de cada 10 de las féminas que pasaron por esta situación se autoadscriben como indígenas.
Además, el reporte del órgano autónomo señala que 13 por ciento de quienes fueron violentadas recibieron atención médica particular y el 85.4 pública, mientras que el 0.2 por ciento fue atendida en casa con partera o curandero y 1.4 recibió otro tipo de servicio durante su proceso de alumbramiento.
