El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró el miércoles una reunión de emergencia para abordar la grave situación en Haití, donde la creciente violencia de pandillas ha llevado al país al borde de una guerra civil, con llamados a la renuncia del primer ministro Ariel Henry.

Bandas criminales controlan gran parte de Puerto Príncipe y sus vías principales, con ataques estratégicos en lugares clave como la academia de Policía, el aeropuerto y las cárceles, que padecen fugas masivas de prisioneros.

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Según la Policía, los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y pandillas se han intensificado en la zona cercana al aeropuerto Toussaint-Louverture. Sin embargo, la situación en las calles de la capital de Haití es igualmente preocupante, con oficinas públicas y escuelas cerradas.

Los líderes de las pandillas exigen la renuncia de Ariel Henry, quien ha estado en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en 2021. Aunque debía dimitir en febrero, acordó un gobierno compartido con la oposición hasta nuevas elecciones.

“Ya hemos pedido al primer ministro haitiano que avance en un proceso político que lleve al establecimiento de un órgano presidencial de transición hacia la celebración de elecciones”, compartió la embajadora estadunidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.

Henry, actualmente fuera del país debido a los disturbios en el aeropuerto, ha enfrentado obstáculos para su regreso a Haití. El martes aterrizó en Puerto Rico después de que se le negara el permiso para aterrizar en la República Dominicana.

La jefa de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, describió la situación en Haití como “más que insostenible”, con mil 193 personas asesinadas por la violencia de las pandillas armadas en lo que va de 2024.

Se ha instado a la creación urgente de una misión multinacional de apoyo a la policía haitiana. La ONU ha solicitado fondos para ayudar al país caribeño, pero apenas ha logrado recaudar el 2.5 por ciento de los 674 millones de dólares necesarios.

La violencia ha llevado a 15 mil personas a huir de las zonas más afectadas de Puerto Príncipe, según la ONU, que ha iniciado la distribución de ayuda humanitaria. A pesar de los retrasos, el despliegue de una misión policial multinacional liderada por Kenia está pendiente.