Santa no necesitará comida extra este año para “Rodolfo” y sus otros renos, pues algunos de estos animales han engordado en lugar de adelgazado, como podría esperarse debido al cambio climático.
Una investigación de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU) señaló que los renos de Svalbard no sólo han ganado peso, sino que su población también ha crecido.
Sorprendió a los científicos porque Svalbard es una región del archipiélago noruego donde se han registrado temperaturas templadas en años recientes, así que la nieve se derrite y se vuelve a congelar durante los periodos fríos.
Cuando el hielo cubre el suelo, los renos enfrentan dificultades o no pueden acceder a las plantas de las que se alimentan, explica Leif Egil Loe, profesor de biología de la NMBU.
Hasta hace poco, existía una tendencia: la población de renos de Svalbard disminuía ante la presencia de suelo cubierto de hielo, pero en los últimos 10 años cambió.
Loe y otros investigadores han capturado y pesado a cerca de mil hembras de esta subespecie de reno durante los últimos 25 años.
Así notaron que en la última década ha crecido de población de manera continua a pesar de los inviernos con suelo congelado. Su peso también es mayor que el usual durante la primavera.
Lo anterior sugiere que por ahora están soportando bien las nuevas condiciones ocasionadas por el cambio climático.
“Aunque el reno puede considerarse un ganador climático en los últimos 28 años (…), los desafíos fisiológicos para esta animal de la Era de Hielo probablemente se sentirán en un futuro cercano”, advirtió Loe.
A través de un estudio publicado en “Global Change Biology”, Loe y otros investigadores explican las razones detrás del aumento de peso entre estos animales popularizados por Rodolfo, el reno de la nariz roja, un personaje creado por el estadounidense Robert L. May en 1939. Según su historia ficticia, es el más joven de los renos de Santa y guía al grupo con el brillo de su nariz.
La temporada de crecimiento de las plantas suele ser muy corta en Svalbard (de junio a mediados de agosto), pero cambia mucho de un año a otro.
En un año con clima cálido, las plantas comienzan a crecer antes en la primavera y perduran hasta el otoño, así que durante el verano puede haber hasta el doble de alimento para los renos en comparación con un año frío. Además, esta comida está disponible casi todo el año.
La investigación indica que los años más cálidos han más que compensado los impactos de los inviernos con suelos cubiertos de hielo.
“Esta es probablemente la principal explicación de por qué el tamaño de la población en nuestra área de estudio casi se ha triplicado en las últimas tres décadas”, precisó Loe en un comunicado.
Tonatiúh Rubín | Agencia Reforma