Días de duelo, novenarios multitudinarios, toma de pruebas de ADN, condolencias internacionales y hasta la clausura del canal de riego por donde atravesaba la toma clandestina que explotó el 18 de enero en San Primitivo, Tlahuelilpan, son algunos de los episodios que han transcurrido desde el día de la tragedia.
Doce días después del incendio en la ordeña, una multitud se congregó en el alfalfar donde ocurrió la desgracia para rezar un novenario en recuerdo de las víctimas que quedaron atrapadas en el siniestro.
Los pobladores colocaron flores, cruces y ofrendas en memoria de sus familiares; algunos deshojaron flores en las manchas negras que quedaron en el campo. Al novenario acudieron los obispos de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez; de Huejutla, José Hiraís Acosta Beltrán, y el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz.
El 30 de enero, el titular de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), Raúl Arroyo González, informó que se realizó una segunda toma de ADN a los familiares de las víctimas para identificar 68 restos humanos que quedaron en alto grado de carbonización. Hasta el momento, solo 16 han sido reconocidos y entregados a sus familiares.
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El 16 de febrero, medio centenar integrantes de la congregación religiosa Grupo Alianza de las 7 Cruces, de Cuautepec de Hinojosa, acudieron al canal para colocar cuatro cruces gigantes en el sitio, una de seis metros de altura, en memoria de las víctimas.
Dos días después, el 18 de febrero –a un mes del suceso fatídico–, con palas y maquinaria pesada, vecinos de Tlahuelilpan y localidades cercanas acudieron a la milpa incendiada para tapar la zanja donde ocurrió la tragedia. Pidieron que se les permita hacer un memorial en el sitio para rezar a los que murieron el día de la rapiña.
El día 24 del mes anterior llegaron a Tlahuelilpan los 130 rosarios enviados desde Roma por el papa Francisco, en una acción simbólica para brindar consuelo a los deudos. Antes, el 27 de enero, el jerarca de la Iglesia católica externó sus condolencias a la población, en una ceremonia realizada en la ciudad de Panamá, en Panamá.
Ayer se cumplieron dos meses de la tragedia en Tlahuelilpan. Según el último reporte generado por el gobierno del estado, de las 135 personas fallecidas por el siniestro, 68 murieron en el sitio del incendio; 67, tras haber ingresado al hospital, mientras que ocho siguen internados en Galveston, Texas, y Ciudad y Estado de México.
ESTADO DE SALUD
De las ocho personas que sobreviven tras la explosión del 18 de enero en Tlahuelilpan, dos pacientes son reportados como graves, tres delicados y tres estables, según información del gobierno de Hidalgo con corte a las 17:00 horas del 3 de marzo
Emmanuel Rincón | Pachuca
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