Sin forzar el paso, la Máquina venció con facilidad 2-0 al Atlas y quedó a tan solo una victoria de alcanzar la cifra mágica de 26 puntos, que aseguraría su lugar en la liguilla.

La paridad se rompió al 17’, cuando Adrián Aldrete se topó con un balón mal despejado por la defensa en tres cuartos de cancha y, con espacio y tiempo suficientes, no dudó en disparar desde lejos y clavar el balón en el ángulo para el 1-0.

El tanto sirvió para despertar a la afición cementera, que no llegó a los 20 mil seguidores, pues el clima y el horario no ayudaron, aunque muy pronto regresó ese Cruz Azul calculador.

Para la segunda mitad, y quizá en parte por lo poco que mostraba el rival, Pedro Caixinha apostó por sacar a un contención, Rafael Baca, y dar entrada a un mediocampista más ofensivo,
Walter Montoya.

La dinámica del encuentro no cambió demasiado, pues Atlas mantenía su inoperancia, aunque poco a poco los locales ganaban más terreno y la sensación de peligro aumentaba.

Al 56’, finalmente, José Madueña se coló al área atlista y, en una jugada que parecía perdida, peleó el balón hasta conseguir pasarlo a Milton Caraglio, quien disparó con fuerza para marcar el 2-0 apoyado por el desvío de un defensor.

Y la tónica se mantuvo: el peligro apenas se presentó en el arco de Jesús Corona, y Cruz Azul, por el contrario, hacía temblar a los Zorros cuando avanzaba, aunque no terminaba de meter el acelerador.

Con 23 puntos, los cementeros se mantienen como líderes absolutos tras 10 fechas, como la mejor defensiva y con un pie en la liguilla, que es en la fase en la que realmente se verá si esta Máquina es tan potente. Atlas se estancó en el fondo con dos puntos.

Antonio Sánchez Ibarra I Agencia Reforma