A sus 29 años Arturo Ortiz está viviendo el sueño de jugar en uno de los llamados clubes grandes del futbol mexicano. El zaguero de Pumas tuvo una larga trayectoria en los equipos de ascenso como Leones Negros, Mineros de Zacatecas y Celaya antes de llegar a CU.

Nunca imaginó que la vida le daría una oportunidad de oro, y con apenas dos partidos en la Expansión, con Pumas Tabasco, filial de los auriazules, pegó el salto a primera división.

Ortiz dio sus primeros pasos en el equipo de la tercera división de la Unión de Curtidores y luego pasó al Celaya donde su cabello era ensortijado, su entrenador le encontró parecido con Martín Palermo y decidió bautizarlo con ese sobrenombre.

Arturo debutó en primera división en 2013, cuando defendía los colores del León, con el que fue campeón en el Apertura 2013 y Clausura 2014, solo que apenas vio acción, en el primer torneo jugó tres encuentros y en el segundo, dos.

Por eso cuando llegó la oportunidad de ir a Mineros de Zacatecas no lo dudó, se propuso crecer, dar el salto y convertirse en titular. Para 2015 ya era el defensa más destaca-do, con ellos jugó dos años.

Siguieron Correcaminos y Leones Negros, donde tomó madurez, aprendió de sus errores, encontró la continuidad que se le había negado en primera división.

Los años pasaron y el Palermo Ortiz nunca quitó el dedo del renglón para regresar a primera, lo haría por el ascenso o con su trabajo individual.

Cuando llegó la propuesta para ir a Pumas Tabasco no lo pensó dos veces, era una vitrina para llamar la atención del primer equipo y la oportunidad le llegó antes de lo que imaginó. La partida de Johan Vázquez al futbol italiano obligó a la directiva a mirar hacia su filial, donde tenía un jugador con las suficientes horas de vuelo para tomar la responsabilidad.

Por primera vez el cuadro universitario dejó de pensar en los extranjeros y le dio una oportunidad a un hombre que se curtió en el ascenso.

De inmediato hizo química con Nicolás Freire, encontró un lugar en el equipo y ya tiene dos goles en su cuenta personal. El más reciente ante Cruz Azul, que ayudó a que el equipo se metiera al repechaje.

Alejandra Benítez I Agencia Reforma