Los Tigres no ganan en casa y su afición volvió a salir muy molesta con el equipo, pero sobre todo con Carlos González.

Por segundo partido consecutivo como local, el equipo de Miguel Herrera salió abucheado por su público, tras el 0-0 ante Necaxa, la noche del domingo en el Estadio Universitario.

Hace una semana fueron los Pumas los que se llevaron un punto y ayer fue el Necaxa, dos rivales que en el papel lucían ganables, pero ambos le cerraron el arco a los Tigres.

Dos balones en los postes, pero sobre todo dos opciones claras de gol que se perdió Charli hizo que la afición felina le recriminara con rechiflas al delantero paraguayo. Con el empate, los Tigres desaprovecharon la oportunidad de subir al cuarto lugar y bajar a los Rayados, y con el punto llegaron a 18 unidades y se quedaron en el quinto lugar previo al receso de dos semanas por fecha FIFA.

Era un reto ganar de local, luego de cuatro empates en cinco presentaciones en casa, sin embargo, al equipo del Piojo le faltó contundencia y otra vez un poco de suerte.

Mucho trabajo tiene Herrera principalmente con González o esperar que André-Pierre Gignac y Nicos López sanen y regresen con goles.

Juan Carlos Jiménez I Agencia Reforma