El Sevilla, que ya tenía asegurado el billete a dieciseisavos de final de la Europa League y el primer puesto del grupo A, pasó ayer el trámite del partido ante el modesto Qarabag, de Azerbaiyán, al que ganó 2-0.

Con este triunfo, el pentacampeón de la competición suma 15 puntos, muy lejos del Apoel (7) y el propio Qarabag (4), cerrando la clasificación el Dudelange (3).

El primer tanto del partido, en un duelo aburrido, llegó pasada la hora de juego, con un disparo del joven Bryan Gil, de 18 años, que tocó en su compañero israelí Munas Dabbur (61´).

Bryan Gil había entrado en juego siete minutos antes en sustitución del portugués nacido en Brasil Rony Lopes.
Dabbur marcaría también el segundo tanto en el descuento (92´), con un disparo lejano que tocó en el larguero y entró.

Con la cabeza puesta en la liga española, en la que el equipo de Julen Lopetegui ocupa la tercera plaza, el Sevilla saltó al campo con la misión de cubrir el expediente en un duelo en el que no se jugaba nada.

Y el partido se hizo aburrido, al punto que el Sevilla tardó 25 minutos, sin forzar la máquina, en realizar su primer remate, cuando el lateral Sergio Escudero disparó desde lejos y el balón se fue muy desaviado.

Lo mejor de la primera parte fue un tiro libre casi al filo del descanso tras una falta al mexicano Chicharito Hernández, en que Munir el Haddadi lanzó a las manos del portero bosnio Asmir Begovic.

Tras el pobre espectáculo de una gris primera parte, el Sevilla salió más enchufado en la segunda mitad, consciente de la desidia que había mostrado antes de descanso.

Al final, el Sevilla encontró el gol, cumplió el expediente y a pensar en la liga española.

Sevilla I AFP