José Mauricio se robó la tarde y la victoria en la Corrida Goyesca de Día de Muertos en la Monumental Vicente Segura, con cuatro orejas.

El torero de Cdmx regresó a la Bella Airosa por todo lo alto; paseó de forma soberbia a Difunto, de la ganadería Salitrillo.

Los tercios no fueron problema para el matador, que consintió al público con el segundo de la tarde, pues acompañó al astado por la parte derecha del coso.

En el estoque no tuvo problemas, culminó de forma eficaz y con justicia el juez de plaza le entregó dos orejas.

Mauricio impuso su autoridad con Cempasúchil; durante su faena, el matador mostró su buen brazo.

Con los coreos de “Torero, torerazo”, el diestro se enfiló para la espada, para atinar al primer intento; los pañuelos blancos abarrotaron el coso de C. Doria y la autoridad le concedió el par de orejas.

Joselito Adame no tuvo su tarde y arrancó con Pabilo, que dejó ver su bravura al salir de toriles, así como en el primer tercio, prueba de ello fueron los fallos de sus banderilleros.

La faena fue por demás vistosa, pues el de lidia colaboró y en la estocada fue hasta el segundo intento que acertó. Pabilo se fue aplaudido y Adame no obtuvo nada.

En su segunda presentación, Joselito regresó a Mictlán, ante sus yerros, por lo que Catrín entró al quite y luego de unas banderillas eficaces el segundo tercio lo adornó con pases coreados y aplaudidos. Nueva-mente el segundo intento con la espada fue el efectivo y se fue con las manos vacías.

Mientras tanto, Xantolo fue el primer toro de la tarde para Ernesto Javier Calita, al que dominaron sus banderilleros en el tercio inicial.

Supo marear al astado, que respondió con docilidad, pero en la estocada no tuvo fortuna y el toro cayó a la par del primer aviso de la autoridad.

Calita concluyó con Josemo, a quien dominó nuevamente, pero la faena no mereció premio alguno.

Fauro Alói hizo su presentación con Majo, único de Rancho Seco y que salió de los toriles desorientado.

Luego de tercios coreados, fue el público el que hizo su labor y presionó al juez para otorgar la oreja, que concedió sin mucha exigencia.

Finalmente, los forcados Amadores de México no tuvieron una buena presentación, detuvieron a su astado luego de tres intentos y algunos heridos.

Luis Carlos León I Pachuca