El Necaxa aún sueña con la repesca, gracias a un gol de Maxi Salas al 94’ de penal, el 2-1 sobre Mazatlán en el estadio Victoria.

Una mano de Roberto Meraz en el área, ya cuando comenzaba la compensación, liquidó al cuadro visitante, tras un disparo de Alonso Escoboza. La anotación es oro puro, por eso Maxi no dudó en quitarse la playera, enloquecido, tanto como los fanáticos que entendían que esto era casi un milagro.

Necaxa empató a Mazatlán en 20 puntos, pero su mejor diferencia de goles lo catapultó a la octava posición. Es cierto que falta el resto de la jornada, pero el destino de los jugadores del club aguascalentense podría depender solo de ellos en la fecha 17.

A los Rayos les urgía la victoria en esta penúltima jornada. Iban bien con el gran gol de Alejandro Zendejas, quien cerró la pinza tras una exce-lente jugada colectiva, luego  de una pared entre Alan Medi-na y Rodrigo Aguirre, pero a partir del 40’ del primer tiempo perdieron el dominio.

Los del Pacífico reaccionaron con tiros de media distancia de Camilo Sanvezzo, de Iván Moreno y Daniel Amador.

Tuvieron una propuesta más ofensiva en el complemento y eso derivó en el penal anotado al 70’ por Sanvezzo, tras una mano de Rodrigo Aguirre.

Los Rayos no encontraban las vías para aferrarse a la posibilidad del repechaje, así que optaron por colgar balones al área, por mandar pelotazos, por disparos desesperados, como ese de Escoboza que Meraz tapó con la mano y que tiene con el alma en un hilo a todo Mazatlán y que les devolvió la vida al Necaxa.

Edgar Contreras I Agencia Reforma