La resonancia magnética a la que se sometió LeBron James reveló que el músculo de la ingle no tiene ningún daño.

El martes, la estrella de los Lakers abandonó en el tercer cuarto el partido en el que derrotaron a Golden State Warriors, por una lesión en la ingle izquierda, misma que se dio al estirar de más la pierna cuando disputaba un balón.

James comentó que en el momento sintió que había tronado algo en la pierna, lo que encendió la alarma de la quinteta de Los Ángeles.

Ayer por la tarde, la franquicia confirmó que el estatus del delantero será día a día, por lo que podría regresar en menos de una semana.

James agradeció tarde al Todo Poderoso por la noticia. “Esquivé una bala, gracias al Todopoderoso de arriba”, escribió LeBron en su cuenta de Twitter.

El Rey, quien tiene su mejor campaña en puntos desde hace ocho años, y el staff médico de Lakers estaban preocupados por la magnitud de la lesión, ya que cuando algo truena en el músculo normalmente es un grado 3 que lo habría dejado unos cuatro meses fuera de toda actividad, lo que significa que se habría perdido lo que resta de la campaña 2018-2019.

El próximo partido de Lakers será hoy en Sacramento y se desconoce si James tendrá acción. De ausentarse, vería rota su racha de participar en 156 juegos en fila, contando temporada regular y playoffs.