El Villano IV buscará nutrir su palmarés, este 1 de junio.

El menor de los Panteras Rosas será uno de los protagonistas de la lucha estelar de la función del 69 aniversario de la arena Afición, en la que la empresa Legend y la directiva de la catedral hidalguense, pondrán en juego una prestigiada copa.

“Para mí es un honor que me hayan tomado en cuenta para participar en una función de aniversario de una arena de mucha tradición como lo es la Afición. Me siento muy honrado el disputar esta copa con grandes rivales”.

“Sé la responsabilidad que tengo, me estoy preparando para estar en la mejor forma para este 1 de junio”, expresó el miembro también de la dinastía Imperial.

Sin embargo, reconoció que la misión no será sencilla, pues se topará con estetas de igual calibre, como Fuerza Guerrera, Último Guerrero y Atlantis, de quien no olvida que fue el verdugo de su hermano Arturo Díaz Mendoza, el Villano III, hace más de 20 años.

“Yo a todos los rivales los respeto, pero arriba tienes que demostrar porque tú estás a su nivel. Creo que son grandes luchadores; aquí lo importante es que uno cumpla con las expectativas de la gente”, mencionó.

En ese tenor, recordó que la afición de la catedral hidalguense es una de las más conocedoras del pancracio, por lo que, advirtió, dará el 200 por ciento para satisfacerla.

“Es un público muy exigente, muy conocedor de la lucha libre profesional, que siempre te exige el máximo, no con esto quiero decir que en las demás arenas uno no le echa ganas, pero sabemos que ir a Pachuca es que te va a exigir mucho el público”, abundó.

Comentó que otro aliciente es que en Pachuca retomará su actividad en los encordados tras la pandemia de Covid-19; aunque participó en un participó en un par de eventos sin gente en Dallas y Atlanta, mencionó que no es lo mismo que hacerlo con gente y en su México.

“Es la primera función que voy a luchar, estuve en diciembre en Estados Unidos. Espero que sea una gran experiencia para mí y todo el público que se dé cita”, señaló.

Por otra parte, indicó que volver a la catedral hidalguense, además de ser una arena icónica del pancracio nacional, le trae grandes recuerdos.

“Significa mucho desde mi niñez, porque yo acompañaba a mi padre, el señor Ray Mendoza, verlo contra grandes luchadores, como El Solitario, Ángel Blanco, Dr. Wagner, El Audaz Gran Hamada, muchos de esa época.

“También acompañé a mis hermanos, al Villano I, Villano II y Villano III, contra grandes luchadores de ahí de Pachuca”, compartió.

De entre tantas anécdotas que guarda de este local, compartió que hay una lo hizo reflexionar sobre el esfuerzo que hacía su padre para llevarles el sustento a casa, ya que una vez aquí como se le salió el líquido sinovial de la articulación de un codo.

“Tengo muchas, pero una de las más importante es que, una vez que estaba luchando mi padre, igual en un aniversario, estaba en un mano a mano con El Solitario, y la arena estaba a reventar. Yo recuerdo que estaba yo parado en uno de los postes por las entradas”.

“Recuerdo que El Solitario saca a mi papá afuera del ring y le tira un tope; entonces, se escuchó cómo tronaron la butacas y cómo se quejó del golpe que recibió, y cuando subió al ring toda la gente se impresionó porque mi papá parecía que traía una naranja en el codo, pero no, se le inflamó del golpe; hasta El Solitario se sorprendió.

“Me di cuenta de todo lo que hacía mi papá para sacarnos adelante, no nada más a mí, sino a toda mi familia, me di cuenta que el trabajo de mi papá no era fácil, que la fama y todo eso es secundario a lo que realmente le costaba ganarse el dinero para darnos una mejor vida”, remoró.

Asimismo, aquí también tuvo una de sus primeras grandes pruebas de una forma imprevista, ya que no estaba considerado; sin embargo, luchando como Leopardo Negro, entró al quite en una función

“Tuve ahí una gran oportunidad de alternar con grandes estrellas. Yo acompañé a mi papá, no iba a luchar; ese día fue una gran emoción, porque salió mi papá de la oficina y me dijo: ‘Córrele, porque sigues después de esta’, no sabía ni contra quien iba (…) entre al vestidor y estaba Coloso Colosetti, no había ido César Valentino y me subieron. Ya en el ring, veo al señor Rayo de Jalisco y Huracán Ramírez. Sentía que no podía caminar de los nervios”, explicó.

Finalmente, incitó a la afición a ser parte de la fiesta: “Una invitación al público de Pachuca y sus alrededores para que asistan a la catedral hidalguense; van a ver una gran función. Esperemos juntos festejar el 69 aniversario de la Afición, una arena de mucha tradición. No falten”.

Alejandro Velázquez I Pachuca

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