Raúl Jiménez anotó el gol de la victoria del Wolverhampton.

No fue el partido más brillante ni de los Wolves ni del mexicano. De hecho, los tres puntos que obtuvieron en cancha del Norwich City parecen excesiva recompensa porque el local fue mejor futbolísticamente, pero en el futbol valen los goles y esos los marcaron los Lobos, 2-1.

El tanto de la victoria cayó al 80’, cuando Raúl, con siete dianas esta temporada, cazó un rebote en el área y con la paciencia y precisión propia de un killer clavó la pelota en el ángulo superior derecho.

Un triunfo que los catapulta a 27 puntos y los mantiene en la lucha por puestos de Europa League. Jiménez y compañía sufrieron.

La presión alta del rival, la intensidad, los trazos largos a la espalda de los defensas de verdad los lastimaron. Ese futbol de toques rápidos, verticales, fructificó al 17’, cuando Todd Cantwell abrió la pelota a la izquierda y él mismo llegó al área para cazar un rebote y anotar con un tiro pegado al poste derecho.

El Norwich City pudo liquidar, pero Teemu Pukki falló en dos mano a mano frente a Rui Patricio. Fue el guardameta portugués quien mantuvo con vida a los Wolves.

El complemento estuvo más equilibrado, aunque aún así Kenny McLean estuvo cerca del gol con un disparo que pasó cerca del ángulo. Wolverhampton empató tras un tiro de esquina y un cabezazo de Román Saïss.

Para el Norwich City fue un golpe que manda a cualquiera a la lona, pero ellos ya están ahí, al sumar apenas 12 puntos y ser penúltimos.

Mientras, Raúl, quien salió al 93´, y compañía pueden celebrar su costumbre de ganar, hasta cuando no andan.

Staff I Agencia Reforma