Ningún enemigo pudo con el Cruz Azul.

Ni la atropellada preparación que tuvo la Máquina para los duelos de pretemporada de la Copa por México, con 15 exámenes poco alentadores de Covid-19 y ni el Club Universidad, le hicieron frente a los celestes, que ayer golearon 4-1 en su debut en la competición.

Cruz Azul tuvo que echar mano de futbolistas de la Sub-20, que ni nombre tenían en la playera, y aún con cuatro bajas de jugadores titulares, ausentes por coronavirus, demostraron que pueden llegar al nivel que llevaban en el Clausura 2020.

En el tercer cotejo de la Copa por México, el segundo en Ciudad Universitaria, los felinos se fueron al frente apenas al minuto 3 con tanto de Carlos González, quien firmó un servicio de Alejandro Mayorga.

El paraguayo no pudo darle más tranquilidad a los suyos en el partido pues falló dos claras, primero un mano a mano con Guillermo Allison, y luego un cabezazo que echó por un costado a pesar de llegar sin marca al área chica.

Y Cruz Azul no perdonó.

Al 11’, el central Josué Reyes, con apenas 12 minutos en la Primera División, empató con la testa los cartones y cuatro minutos antes del medio tiempo, el zaguero de 22 años meció las redes tras una diagonal de tiro libre que firmó en el área chica con la parte interna.

Pumas le dio ingreso a Luis Quintana en el complemento, cuya mala fortuna le abrió la puerta a los celestes para el 3-1, pues Elías Hernández se encontró con un rebote proveniente de la pierna del zaguero auriazul para bombear al arquero y allanar el camino para la goleada.

En tiempo de compensación, Jonathan Rodríguez, uno de los positivos por Covid-19 que tuvo La Máquina, firmó una descolgada a velocidad, con lo que exhibió que del virus ya nada queda.

Pumas extrañó a su afición. Con el marcador en contra no sacó el orgullo que suelen contagiarle sus seguidores en el Olímpico, que tuvo que cerrar sus puertas a la afición por los protocolos sanitarios de prevención en México.

Francisco Esquivel I Agencia Reforma