Andrés Ibargüen se llevó la estatuilla a mejor actuación.

Un doblete del delantero colombiano guió al América a su segunda victoria consecutiva como visitante, 2-1 sobre Querétaro en el estadio Corregidora.

En noche de premios, el partido ya tenía al héroe, pero faltaba el villano.

Guillermo Ochoa quiso el rol del malo de la película. Casi para finalizar el primer tiempo (44’) salió mal en un tiro de esquina, acción que le permitió a Ariel Nahuelpán empatar el juego.

Solo que Paolo Yrizar, volante de Gallos, le arrebató a Memo la deshonrosa distinción. El futbolista falló un mano a mano al minuto 71. Exasperó tanto a los aficionados, que se ganó los abucheos cada que tocó el balón. No les importó que fuera de casa.

Caso contrario fue el de Ibargüen, quien al 27’ marcó un golazo al prender de volea la pelota, y quien al 74’ anotó el segundo porque estuvo en el lugar y momento justo, tras una serie de rebotes en el área.

América, a diferencia de otros partidos, tuvo una propuesta más ofensiva, con un solo contención y al menos cuatro volantes ofensivos que junto con Henry Martín pisaban constantemente el área.

Justo en el día en que Nicolás Castillo recibió el alta hospitalaria y en que Nicolás Benedetti prendió las alarmas por su lesión en la rodilla, América llegó a 10 puntos, contra 9 de los Gallos. Salió bien librado de una plaza muy complicada.

Édgar Contreras I Agencia Reforma