A la hora de afrontar los octavos de la Eurocopa ante un rival abordable como Suiza, Francia se apoya en su primera plaza del grupo de la muerte y en el despertar goleador de Karim Benzema, pero le asaltan las dudas, sobre todo por el cansancio y las lesiones.

Sobrevivió a un sector complicado con una primera plaza ante dos pesos pesados del continente: Alemania y Portugal, además de una voluntariosa Hungría, que jugó dos de sus partidos en casa.

Los Bleus dieron primero el golpe en Múnich (1-0), sufrieron e igualaron ante Hungría (1-1) y de nuevo encontraron la salida ante Portugal (2-2), vigente campeona europea, a pesar de que Cristiano Ronaldo
abrió el marcador.

“Hemos tenido tres partidos diferentes, de alta intensidad, no lo hemos hecho todo bien, pero la mentalidad está ahí”, resumió el seleccionador de Les Bleus, Didier Deschamps.

Con un doblete, Benzema liberó al equipo francés de un gran peso tras cuatro partidos rozando la anotación, pero sin conseguir marcar. “Todo el mundo esperaba este gol tras seis años de espera, pero soy un jugador acostumbrado a tener toda la presión”, dijo el delantero del Real Madrid, elegido futbolista del partido.

Después de su regreso sorpresa y del entusiasmo del país, Benzema había fallado un penal ante Gales y luego se lesionó contra Bulgaria en la preparación. Ya en la Euro sufrió la anulación de un gol frente a Alemania y jugó un partido frustrante ante Hungría, fallando una ocasión importante.

“Está claro que hay otra presión que en un club porque hay todo un país, pero yo me motivo cada vez para dar más”, añadió el delantero.

Como muestra de sus galones, se quedó con el balón del penal que tiró y transformó el miércoles, sin ni siquiera hablarlo con sus compañeros.

Francia terminó la fase de grupos muy cansada tras dos partidos con mucho calor en Budapest. “Hemos gastado mucho físicamente”, reconoció el central Raphael Varane.

Además, están los jugadores tocados, con especial preocupación en el lateral izquierdo. El titular, Lucas Hernández, salió al descanso el miércoles por molestias en una rodilla. Y su sustituto, Lucas Digne, también tuvo que ser cambiado, por una lesión muscular.

“Será muy complicado”, señaló Deschamps sobre las lesiones en esta posición. Tras el partido contra Hungría perdió a Ousmane Dembele, lastimado de gravedad y que abandonó la concentración.

En octavos, Deschamps tendrá que tener imaginación para encontrar un lateral izquierdo. Podría ser un diestro (Léo Dubois, Benjamin Pavard o Koundé) o el medio Adrien Rabiot, que ocupó esta plaza el miércoles tras la lesión de Digne. El central titular Presnel Kimpembe también podría escorarse.

Finalmente existe otra solución: una defensa de tres, un esquema que ya ha probado Didier Deschamps.

AFI I Budapest